Cayó familiar de Los Monos en San Lorenzo

Es la pareja de una hermanastra de Celestina Contreras, la madre de los cabecillas del clan Cantero, ya condenados.

Un hombre que tiene lazos familiares con la familia Cantero del barrio Las Flores y que es considerado parte de la banda de Los Monos fue detenido ayer por agentes de la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal en un allanamiento realizado en la ciudad de San Lorenzo.

Se trata de Mario David I., sobre quien pesaba un pedido de captura del Juzgado Federal 4, a cargo de Marcelo Bailaque, en el marco de la causa denominada «Los patrones» que será ventilada en juicio oral y público en la segunda mitad de este año y que se inició en noviembre de 2014 cuando se realizaron 44 allanamientos en los que se apresó a 23 personas y se secuestraron 700 kilos de marihuana, 12 kilos de cocaína, armas de fuego, dinero, celulares, prensas para armar panes de droga y precursores químicos.

Según fuentes de la investigación, Mario David I. es pareja de Patricia Reyna, hermanastra de Celestina Contreras, madre del asesinado Claudio «Pájaro» Cantero y de Máximo Ariel «Guille» Cantero, recientemente condenado por la Justicia provincial como líder de la banda de Los Monos a 22 años de cárcel como jefe de una asociación ilícita, cohecho activo y autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Ambas mujeres se hallan bajo prisión domiciliaria en la referida causa «Los patrones».

El inicio

La mencionada causa arrancó en 2014 cuando la delegación de Drogas Peligrosas de la Policía Federal de Rosario investigó un local de venta al menudeo ubicado en Laprida y Chávez, en el sur de la ciudad. Los seguimientos a los soldaditos que allí actuaban permitieron conectar la actividad de ese local con otro ubicado en Platón al 1400, en Las Flores. Eso llevó a la familia Reyna, parientes del clan Cantero.

El avance de la causa conectó a otras figuras ligadas al narcotráfico que también irán a juicio oral. Por ejemplo Diego Cuello, dueño de la llamada «narcochacra» de Alvear, que en este caso aparece asociado a los líderes de Los Monos. En un departamento ocupado por él se encontraron casi 5 kilos de cocaína pura. Las escuchas a su celular lo sitúan como un «importante proveedor».

También cayó Horacio Castagno en un departamento de Corrientes al 1900 de Rosario que funcionaba como laboratorio de producción y estiramiento de cocaína. Igual suerte corrió Miguel Angel Menéndez, de barrio Las Flores, señalado como vendedor, aunque considerado también como cocinero de la red.

Quiénes son

La elevación a juicio de esta causa fue impulsada por la fiscal federal Adriana Saccone, que trabajó de manera conjunta con el titular de la Procuraduría de Narcotráfico de la Nación (Procunar) Diego Iglesias. Para los fiscales se trata de una asociación ilícita con pluralidad de miembros, de fuerte estructura en vínculos familiares dedicada al comercio de droga bajo el halo protector de la banda de Los Monos.

«Guille» Cantero y Emanuel «Ema» Chamorro llegarán al juicio como líderes de la organización. Por debajo de ellos responden veinte acusados de ser coautores de comercio de estupefacientes agravado por la participación organizada de tres o más personas: Gladys Barrios, Norma Bullón, Patricia Reyna, Vilma Reyna, Dora Insaurralde, Daiana Suárez, Analía Menéndez, Jesica Lencinas, Diego Cuello, Alejandro Flores, Juan Carlos Sánchez, Hernán Bustos, Eric Quintana, Gonzalo Rodríguez, Miguel Angel Menéndez, Jonatan Lazarte, Celestina Contreras, Nidia Acuña, Kevin Quintana y Alan Quintana.

Horacio Castagno y Daniel Monserrat deberán responder como autores de tráfico de estupefacientes y comercialización. Y los que estaban ligados al traslado de la marihuana desde Corrientes a Rosario responderán por delitos ligados a transporte y acopio de estupefacientes. Ellos son Elías Sánchez, Elizabeth Cocimi, Andrés Lasalle, Luis César Peñalba, Luis Pedro Peñalba y Cristian Torancio.

La evidencia fiscal se basa enescuchas telefónicas a los integrantes de la banda, el seguimiento de los acusados cuando concretaban actividades de provisión y venta de drogas, hasta la incautación de estupefacientes como corolario del proceso de pesquisa.

La línea de provisión de marihuana de la banda enlazaba a «Ema» Chamorro y Jesica Lloan con Luis Peñalba. ste era según los fiscales un soldado que tenía contacto con un fuerte abastecedor radicado en Corrientes, con antecedentes de narcotráfico, llamado Elías Javier «El patrón» Sánchez, de donde proviene el nombre de la causa «Los Patrones».

En ese sentido, tras un largo seguimiento los investigadores interceptaron un camión en Santa Sylvina, Chaco, que venía a Rosario al mando de Sánchez, quien consiguió escabullirse del operativo policial. El vehículo transportaba 399 panes de marihuana que pesaron 341 kilos.

Para los fiscales, «Guille» Cantero y «Ema» Chamorro eran los organizadores de la empresa criminal desde sus celdas de alojamineto en la cárcel de Piñero. Quienes recibían y ejecutaban sus órdenes eran sus mujeres: Vanesa Barrios, demorada en 2014 luego de acomodar su Volkswagen Gol Trend en el estacionamiento de la cárcel; y Gladys Barrios, tía de Vanesa, quien irá a juicio por «ocupar un rol importante en la organización proveyendo estupefacientes, contactando proveedores, organizando la logística de los puestos de venta y retirando dinero para la organización».

A Celestina Contreras se le endilgó ocupar asimismo un papel destacado «proveyendo estupefacientes y participando en la toma de decisiones respecto de los distintos puntos de venta de droga». También fue acusada por un rol similar Norma Bullón por garantizar el suministro de los quioscos de Laprida al 7000 y Platón al 1400, que dieron inicio a la investigación. Y a Patricia Reyna y Vilma Reyna por encargarse de la logística y distribución de la droga. (La Capital)