Nacer de nuevo: La historia de la joven policía que fue aplastada por el camión

Milagrosamente pudo salir con vida desde abajo del camión que volcó sobre su vehículo en plena avenida Circunvalación.

Joana Arduzzi trabaja en la Policía Comunitaria desde hace tres años y medio. En la mañana de ayer estaba llevando a su madre, María Alejandra Solis (49), en un Ford Escort azul (dominio SKS 942) antes de tomar servicio en la base de esa repartición que está ubicada en calle La Paz 450. En ese trayecto sufrió el tremendo accidente donde milagrosamente pudo salir con vida desde abajo del camión que volcó sobre su vehículo en plena avenida Circunvalación, a la altura de avenida Arijón.

Ahora se encuentra recuperándose en la sala de cuidados críticos del Area de Emergencias Primarias del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez junto a su madre. Según, Jorge Bitar, subdirector del Heca, «Joana llegó con un traumatismo de cráneo leve con pérdida de conocimiento recuperada, y un trauma cerrado de tórax, pero ahora está estable hemodinámicamente».

Mientras que a su madre, «en las imágenes se le encontró una pequeña laceración hepática, que nos pone en una conducta expectante, y su recuperación puede llevar un poco más de tiempo».

Bitar destacó que «el estado es estable y ninguna de las dos corre riesgo». Un auténtico milagro ya que estuvieron más dos horas dentro de su auto, entre hierros retorcidos, debajo del acoplado del camión que transportaba jugo de limón congelado, con un peso que complicó las tareas de rescate.

Para Joana era una jornada normal. Nada le hacía presagiar semejante angustia. Por el relato acercado por sus compañeros de trabajo y testigos ocasionales, esta muchacha de 28 años iba rumbo a la base de la Policía Comunitaria.

Vive en Granadero Baigorria y solía utilizar Circunvalación para acceder más rápidó a la zona de La Paz 450, donde funciona esta repartición. Más allá de que en un primer momento se especuló con la presencia de menores en el vehículo, rápidamente se descartó esa hipótesis, ya que en ese Ford Escort azul viajaba sola con la madre.

Joana se formó en el Isep (Instituto de Seguridad Pública) y fue entrenada y preparada para desempeñarse en la Policía Comunitaria. Egresó del Isep en abril de 2015, cuando era director general el comisario general Raúl Aniceto Morán, con el grado de suboficial de policía comunitaria.

Generalmente sale patrullar con un Ford Focus, en el turno desde las 19, los barrios que le asignan desde el 911. Trabaja sobre las cuadrículas de acción para Policía Comunitaria, que van rotando de acuerdo al análisis de las autoridades.

Su familia está compuesta por sus padres, un hermano que es suboficial de policía y presta servicio en la Policía de Investigaciones, en la división de narcocriminalidad, que funciona arriba de la Policía Comunitaria. Y una hermana menor de edad. Vive en Granadero Baigorria y no tiene hijos.

Su hermano y su padre acudieron al lugar del accidente apenas se enteraron. Y cumplieron un rol fundamental para que las dos mujeres pudieran afrontar el tiempo de espera hasta que las rescataron.

Durante toda la jornada de ayer, familiares y compañeros de Joana se acercaron al Heca para acompañarla. Un policía compañero de patrullajes le llevó unas estampitas religiosas que quedaron tiradas en el Escort luego del dramático rescate. «Esto fue obra de Dios, no hay otra explicación», expresó este uniformado. (La Capital)