El Gobierno provincial quiere revisar la cláusula gatillo

El cierre de las cuentas fiscales gubernamentales pasó a estar en el centro de la atención, en un año sometido a la doble presión de los gastos electorales y la devaluación del peso seguida de mayor inflación. Aunque el gobernador Miguel Lifschitz ratificó hace pocos días atrás la voluntad de asegurar la continuidad de una cláusula gatillo que actualiza salarios del sector público en forma automática según del costo de vida del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), ahora y con la calculadora en la mano su ministro de Hacienda, Gonzalo Saglione, abrió el paraguas y puso un manto de sombra sobre el cumplimiento de lo que prometió su jefe.

El gobierno provincial no otorgará un bono especial a estatales y docentes ya que está vigente la cláusula gatillo por la cual los salarios del sector público se actualizan de manera automática a medida que son superados por la inflación. No obstante, el ministro de Economía de la provincia, Gonzalo Saglione, deslizó su idea de rediscutir la cláusula de actualización con los gremios, a la luz de la caída de la recaudación que generó en el primer semestre del año un déficit superior al que se había estimado para todo el año.

A diferencia del gobierno nacional, que anunció un bono extra de 5 mil pesos para su personal, la provincia descartó replicar la medida. “El salario público en Santa Fe está cubierto con la cláusula gatillo”, afirmó Saglione, aunque también señaló que la situación financiera de la provincia es delicada y eso requerirá volver a discutir el alcance de la cláusula gatillo con los sindicatos: “En agosto tiene que haber una reunión con los gremios para analizar los avances”.

En la Casa Gris preocupa la caída de la recaudación propia y de la coparticipación federal, ambas atadas al nivel de actividad económica. En el presupuesto 2019 se estimaba un déficit anual de 6 mil millones de pesos, pero al cierre del primer semestre el rojo alcanzó, según datos oficiales, los 10.500 millones.

“Cuando se discutió la pauta salarial para este año, se planteó que sea un paliativo para los trabajadores por la constante inflación, pero además había que tener en cuenta la evolución de los recursos de la provincia”, indicó el ministro Saglione. “En aquel momento no hubo un acuerdo en ese punto y se acordó volver a reunirnos en agosto para analizar el avance y si se deben realizar ajustes o no”, agregó.

A diferencia de Córdoba, que dio marcha atrás con la aplicación de la cláusula gatillo, esta semana el gobernador Miguel Lifschitz ratificó que en Santa Fe seguirá vigente. Pero el viernes, en declaraciones radiales, Saglione relativizó esa afirmación: “Con la realidad que vivimos, evidentemente esto debe ser puesto en la mesa de discusión para que la cláusula gatillo sirva para los trabajadores, pero que también haga sostenible las finanzas provinciales”.

“Hay una realidad económica muy cambiante”, agregó el funcionario provincial. “Hacemos un monitoreo y tenemos que ser responsables en términos fiscales. Nos sentaremos a hablar con los gremios para tratar de avanzar de la manera más responsable posible”.

“A nadie escapa que hay una una caída muy grande de los recursos públicos, por la caída de la actividad económica por un lado y, después, por una fuerte disminución de las transferencias nacionales que llegan a la provincia, como la eliminación del Fondo Sojero, de la tarifa social eléctrica y del subsidio al transporte; fueron miles de millones que de un día para el otro dejaron de llegar”, explicó Saglione.

“En ese marco –continuó– hemos logrado que el docente, el policía, el enfermero pueda sostener su capacidad de compra. Este bono que propone el gobierno nacional viene a compensar la fuerte pérdida de capacidad de compra que tuvo el salario público a nivel nacional, que en Santa Fe está cubierto con la cláusula gatillo”. (Punto Biz/El Ciudadano)