Imputarían por homicidio con dolo eventual a uno de los conductores de la picada de la zona sur

Pablo M. podría ser acusado hoy bajo esa figura, que prevé de 8 a 25 años de prisión efectiva. El otro conductor sigue internado.

Los fiscales que investigan el siniestro vial de Ayacucho y Avenida del Rosario, en el que perdieron la vida un hombre de 43 años y su hijo de 8, imputarán hoy a uno de los responsables del choque, mientras el otro sigue internado. Walter Jurado y Valeria Piazza, de la Unidad de Homicidios, evalúan aplicar la figura de homicidio simple con dolo eventual, y pedirán que ambos conductores que iban corriendo picadas sigan detenidos.

La trágica colisión en la intersección de la zona sur se produjo durante los primeros minutos del sábado. Mientras la familia se dirigía a llevar al niño a casa de sus abuelos en la localidad de Alvear, el Citroën C3 negro sobre el que iban David Pizorno, su hijo Valentino y su esposa Cintia Díaz, fue impactado violentamente por un Renault Sandero negro conducido por Germán S. (36), que según las imágenes de las cámaras de seguridad, venía corriendo carreras desde cuadras atrás con el Citroën C4 blanco que manejaba Pablo M, quien será imputado esta tarde.

Padre e hijo fallecieron en el acto como consecuencia del impacto, mientras que la mujer sobrevivió con importantes heridas y se somete a una dura recuperación en el sanatorio Los Alerces. Las cámaras de la Central de Monitoreo del 911 registraron la colisión en la esquina, en la que los semáforos estaban intermitentes. En tanto, otros dispositivos de la zona mostraron que venían haciendo “pruebas de velocidad y destreza” desde 300 o 400 metros antes. En el lugar no quedaron marcas de frenada de ninguno de los tres vehículos, lo que explica la violencia del impacto.

La carátula de homicidio con dolo eventual es más gravosa que la de homicidio culposo, e implica que el que provocó el choque debió representarse la posibilidad de causar una muerte. La expectativa de pena es de 8 a 25 años de prisión efectiva. El tacómetro del Sandero quedó clavado en 120 kilómetros por hora, pero dado que puede existir una movilidad de la aguja, los investigadores del Ministerio Público de la Acusación (MPA) aguardan las pericias, en base a los videos recabados y la deformación que han tenido ambos vehículos antes del impacto, para estimar la velocidad a la que venían el Sandero y el C4.

En tanto, se conoció que el test de alcoholemia realizado por personal de un control de tránsito cercano sobre Pablo M. dio negativo, mientras que todavía se esperan los resultados del test realizado a Germán S. Luego del siniestro, el primero dejó el auto en la zona y se dirigió a la comisaría a denunciar el hecho, aunque evitó mencionar que venía corriendo picadas. Ninguno contaba con antecedentes de multas o inhabilitaciones. Ambos son amigos entre sí.

Durante la jornada de ayer, los fiscales se dedicaron a tomar declaraciones, hacer análisis de videos y tomar contacto con otros estudios técnicos. Analizan las velocidades, la dinámica del accidente y si estaban corriendo picadas, la hipótesis principal. La audiencia imputativa a Pablo M., que se encuentra detenido, tendrá lugar hoy a las 15, y fuentes del MPA informaron que la figura terminará de definirse minutos antes de la misma. El que protagonizó el choque, Germán S. permanece internado con custodia policial y no participará de esa instancia hasta que no esté en condiciones de declarar. Jurado y Piazza pedirán al juez Facundo Becerra la medida cautelar de prisión preventiva.

Antecedentes

Existen dos antecedentes recientes de la aplicación de la figura. En marzo de 2016, el mecánico Juan Carlos Schmitt chocó y mató al cadete Damián Orgaz mientras circulaba por barrio Belgrano a bordo de un Audi TT a 130 kilómetros por hora. En la zona de Río Negro y Campbell, embistió a la moto en la que circulaba Orgaz, de 26 años. El hombre fue condenado a 9 años de prisión por el hecho.

El otro es el de Gastón Dlugovitzki, que causó la muerte de Fabián Cragnolino mientras corría picadas en la zona sur de la ciudad. Fue en marzo de 2019, en avenida San Martín y Garibaldi, cuando conducía un Ford Focus a más de 120 kilómetros por hora. Dlugovitzki fue condenado a 8 años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para conducir.