Pedido de indagatoria a Videla por la desaparición de un militante en el Gran Rosario

En el marco del sumario donde se investiga la suerte corrida por Oscar Medina, reconocido militante del PRT-ERP secuestrado y asesinado por el terrorismo de Estado y cuyo cuerpo permanece aún desaparecido, el juez Marcelo Bailaque ordenó se reciba declaración indagatoria a parte de la jerarquía militar que usurpara el poder en 1976 e implementara un plan genocida en nuestro país.

INDAGACIONA VIDELA Y SOTERA

A pedido de la querella formulada por Héctor y Yolanda Medina, con la representación del equipo jurídico de la LADH y FAMILIARES,  se solicitó al juez que indague a Jorge Rafael Videla y a Alfredo Sotera.

Videla a la época de los hechos era Comandante General del Ejército Argentino y Presidente de la Junta Militar la máxima autoridad militar y administrativa del país. En tal carácter dispuso un plan de acción criminal que integraba el resto de las Fuerzas Armadas. Alfredo Sotera era jefe de inteligencia del Batallón 121.

Considerando la alta jerarquía que revestían, resulta indudable que su responsabilidad en la preparación e implementación del plan sistemático de represión ilegal los ubican como autores mediatos de la desaparición de Oscar Medina.

Un presupuesto esencial para considerar la responsabilidad por autoría mediata, consiste en la existencia de un plan general de represión clandestina puesto en marcha.

A partir de este criterio, puede considerárselos tanto a Alfredo Sotera como al propio Jorge Rafael Videla como autores mediatos, ya que ocuparon un cargo de “dirección” en el aparato de poder mencionado.

En cuanto a Sotera, la importancia de la inteligencia en la represión ha quedado acreditada en causa 13, pero en nuestra zona también a partir del fallo Guerrieri-Amelong, que sentenció prisión perpetua a las cabezas de inteligencia del comando entre 1977 y al menos 1979.

La fiscalía había solicitado por su parte que se impute por la desaparición de Oscar a Julio Franciullo (jefe de personal del estado mayor del comando), Eitel Ferreira (jefe de logística del estado mayor), Enrique Laurenti (Centro de Operaciones tácticas), Roberto Galupo (COT), Horacio Canestro (COT), Edgardo Faur (COT), Jorge Fariña, Jose de la Torre, Jorge López,  Heriberto Lavallen, Marino Gonzalez y Roberto Fossa, todos integrantes del batallón de inteligencia.

El juez hizo lugar a estos pedidos, disponiéndose que todos sean indagados entre el 3 y el 5 de agosto en Buenos Aires.

HISTORIA DE OSCAR MEDINA

Oscar Alberto Medina fue secuestrado a los 23 años de edad el 20 de octubre de 1976, alrededor de las 01:15 hs, por hombres de civil apoyados por efectivos de la entonces seccional 34° -hoy 25°- de Villa Gobernador Gálvez, en su domicilio de Dorrego 392 de esta ciudad.

Su esposa estaba en el lugar al momento del secuestro y nos refirió posteriormente que quienes se llevaron a Oscar estuvieron mucho tiempo, que lo golpeaban y preguntaban  por nombres a lo que él no respondía, que le dijeron que le matarían las hijas -la mayor Nancy Natalia tenía dos años y la menor Mónica Carolina de 40 días-, mientras ella lloraba y gritaba que lo dejen, se calmaron. En ese momento entró uno de civil encapuchado que se dirige a Oscar golpeándolo y le exige que diga quiénes eran los compañeros, él contesta que lo lleven, que él era el guerrillero, que él era el gremialista, pero que le dejen la familia que nada tenía que ver. Deciden entonces sacarlo, para eso rompen un cubrecama, con el que le vendan los ojos, le atan las manos para atrás y los pies. Lo arrastran hasta el segundo auto -había cuatro en total-, y lo meten en el baúl gritándole “te vamos a matar terrorrista sucio, pensaste que ibas a cambiar la historia, negro sucio, nosotros tenemos el poder, vamos a decidir lo que hacemos con vos”.

Entonces la cuñada les pregunta dónde lo llevan, le contestan que por la mañana se dirija a la Jefatura de Policía  y que pregunte por “el turco” y que ahí le iban a dar datos, así lo hizo y lo  único que recibió como respuesta fueron insultos y risotadas. Se inicia la búsqueda.

Pidieron ayuda a la Iglesia específicamente en Nuestra Sra. de la Paz  que dirigía el Párroco Eugenio Zitelli en quién Oscar confiaba. Presentaron Habeas Corpus para conocer su paradero, pero hasta el día de hoy, 34 años después, no obtuvieron respuesta.

AGRADO POR LA NOTICIA DE LA FAMILIA MEDINA

La noticia lleva un poco de paz a la familia Medina que viene batallando hace años por encontrar alguna respuesta acerca de la suerte corrida por Oscar.

Héctor Medina se mostró «esperanzado en que las indagatorias lleguen indiscutiblemente a un procesamiento que permita avanzar en la causa de su hermano».

Yolanda lamentó que «su madre, Elisa, integrante de Madres de la Plaza 25 de Mayo y Presidenta honoraria de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, haya muerto con el secuestro de su hijo impune».

RESPONSABILIDAD DE DIAZ BESSONE

Párrafo aparte merece la responsabilidad de Díaz Bessone, quien manifiesta haber sido comandante del II cuerpo de ejército hasta el 12 de octubre de 1976. Por ese motivo se negó el pedido de indagatoria a la fiscalía.

Los querellantes creen fervientemente en la responsabilidad de Ramón Díaz Bessone. Pero esa es otra batalla que se proponen recomenzar.