Rosario suma un nuevo patrimonio histórico: las calesitas

Los concejales rosarinos aprobaron la ordenanza que declara Patrimonio Histórico de la ciudad a las pocas calesitas que quedan en la ciudad de Rosario. Son doce en total y la iniciativa busca que los propietarios puedan refaccionarlas y conservarlas.

En el mensaje aprobado ayer recuerda que por intermedio de la ordenanza Nº 7.668 se creó el Programa de Preservación de Calesitas de la ciudad de Rosario, el que se encargará de la protección y conservación de las mismas. Prevé el otorgamiento a través del Banco Municipal, de líneas de crédito y préstamos blandos para los propietarios de calesitas y carruseles que necesiten restaurarlas y revitalizarlas.

Las calesitas que funcionan hoy y serán alcanzadas por los beneficios de la nueva legislación son once y están ubicadas en plaza O’Higgins, plaza López, parque Urquiza, plaza Alberdi, plaza Saavedra, avenida Belgrano y Buenos Aires, Grandoli y Sánchez de Thompson, San Martín y Saavedra, parque Alem y las dos del parque de la Independencia, la del Palomar (Pueyrredón y Pellegrini) y la del International Park.

En los últimos tiempos dejaron de funcionar las ubicadas en México y Chubut, plaza Libertad y plaza Las Heras. Idéntica suerte había corrido meses atrás la instalada en la plaza Buratovich, de San Nicolás y 3 de Febrero.

El edil socialista Manuel Sciutto fue impulsor de esta iniciativa y plantea que la calesita “es sin dudas uno de los pocos juegos que no se ha perdido con el paso del tiempo. Ya nadie juega tanto a las bolitas o a los autitos en el cordón de la vereda. La tecnología ha provocado que hoy los chicos sientan atracción por otro tipo de cosas, como internet o las redes sociales. Y la calesita sigue siendo un llamador, pero no si está en un estado de semiabandono”.

También en el proyecto se puntualiza que “nuestra ciudad ha sido cuna de la primera fábrica de calesitas del país fundada por los hermanos Sequalino y que el señor De Gregorio, vecino de la ciudad fue el artesano tallador de las figuras instaladas en ellas”.

De igual modo se indica que la declaración de patrimonio histórico “permitirá otorgar un plazo mayor de ocupación del espacio público y proporcionar a los propietarios una mayor seguridad jurídica, la cual les permitirá a corto plazo realizar reparaciones y mejoras de las calesitas y carrouseles”.