El crecimiento sostenido de la economía no alejó la precariedad laboral

El mercado de trabajo ha mostrado en los últimos años un comportamiento virtuoso, ya que aumentó la proporción de asalariados y se redujo la informalidad. Los datos abiertos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec reflejaron retrocesos en más de la mitad de los aglomerados.

Un análisis desagregado de los 37 aglomerados que surgen de las estadísticas que trimestralmente brinda el relevamiento trimestral del Indec posibilitó al Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la UCES detectar que en el último año la precariedad laboral se intensificó en el 46% de las jurisdicciones.

«Respecto del momento previo al inicio de la crisis internacional de las finanzas públicas, segundo trimestre 2007, ese cuadro luce más inquietante, abarcó a casi el 60% de dicho universo», observa el informe privado.

El análisis de la casa de altos estudios indica que «la ausencia de un patrón común de conducta por parte de los sectores generadores de empleos, sean del ámbito público o privado, de los productores de bienes o servicios, y en particular en las diferentes regiones del país, dadas las altas disparidades de sus recursos naturales y de la infraestructura socioeconómica, hace pensar en la existencia de múltiples causas, que parecieran estar más vinculadas con factores viciosos que virtuosos».

Entre los primeros menciona como relevantes «las presiones sindicales a los empleadores para que concedan en discusiones paritarias subas salariales por sobre la tasa que surgiría del producto del aumento de la productividad laboral y de la tasa de inflación». En tanto, entre los factores virtuosos destaca el incentivo a los emprendedores, que genera una economía en franco crecimiento.

Los técnicos del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales consideran que «la persistencia de una situación de precariedad laboral, en un escenario de sostenido aumento de la generación de riqueza, se manifiesta en la baja capacidad relativa de la economía para brindar oportunidades laborales en relación de dependencia, y también para inducir al incremento de la oferta de trabajadores a tasas superiores al aumento vegetativo de la población».

«En un cotejo de mediano plazo, que parte del momento previo al de la actual crisis internacional de las finanzas públicas, la porción de aglomerados en los que se redujo la cantidad de personas que trabajaban en relación de dependencia fue levemente menor a un cuarto del total de los distritos, abarcando a poco más de 136.000 personas», explica la investigación.

«Equivalió a 1,1% de la fuerza laboral ocupada en esa condición cuatro años antes y a 14% del aumento bruto del total de asalariados. Pasó a totalizar poco más de 13,3 millones de personas en la proyección de los 32 aglomerados urbanos que mide el Indec al conjunto de la nación», indicó el trabajo de Idelas-UCES.

Las bajas netas de la nómina de ocupados por un salario en el último año se registraron en la Ciudad de Buenos Aires, en toda la región cuyana, Concordia (Entre Ríos), Tucumán, Catamarca, La Rioja, Salta, parte de las provincias de Córdoba y Santa Fe y en La Pampa. (Infobae)