El creciente interés por aprender un lenguaje de programación

Con el interés de adquirir los conocimientos necesarios para crear un sitio web o configurar las funciones de un servidor, un público diferente acude a los diferentes cursos para desarrollar líneas de código.

¿Usted habla Python? ¿Y Rails o JavaScript? Los idiomas extranjeros tienden a experimentar altibajos respecto de su popularidad, pero el idioma de moda es el código informático.

El mercado de las clases nocturnas y de la enseñanza on line de programación y construcción de redes, al igual que las aplicaciones para iPhone que permiten enseñar, está en pleno auge. Quienes lo adoptaron afirman que están preparándose para un futuro en el cual Internet es la base del entretenimiento, de la educación y prácticamente de todo lo demás. Ellos afirman que saber cómo encajan las piezas digitales será vital para asegurarse de que no se quedaron en la Edad Media.

Algunas de estas personas abrigan esperanzas secretas de convertirse en el próximo Mark Zuckerberg. Pero la mayoría de ellas no tiene planes de abandonar el trabajo que realiza durante el día; es que simplemente ese trabajo ahora requiere que la persona pueda adaptar el diseño de un blog o «cuidar y alimentar» una base de datos online.

«Así como necesitamos saber leer un idioma adicional, también necesitamos tener cierto entendimiento del código que construye la red», dijo Sarah Henry, de 39 años, quien se desempeña como gerente de inversiones y vive en Wayne, Pensilvania. «Es fundamental para la manera en que el mundo está organizado y para la manera en que la gente piensa por estos días». Sarah Henry tomó diversas clases, que incluyen algunas sobre HTML, el lenguaje básico de la red, y también sobre WordPress, que es un servicio destinado a crear blogs. Y lo hizo a través de Girl Develop It, una organización con base en Nueva York de la que ella se había enterado online, la cual ofrece lecciones para mujeres en algunas ciudades. Ella pagó alrededor de 200 dólares y lo tomó como una inversión para su futuro.

«No voy a sentarme aquí a decir que hoy puedo crear de manera mecánica un sitio, pero sí puedo ver un código básico y entenderlo», expresó Henry. «Entiendo cómo funcionan estos lenguajes dentro de Internet». Algunos predicen que se puede ganar dinero aprovechando la moda de la programación.

Después de que la oferta de dos clases de computación gratuitas online que hizo Stanford atrajo a más de 100.000 estudiantes, uno de los instructores fundó una compañía llamada Udacity con el propósito de ofrecer clases gratuitas similares. Treehouse, un sitio que promete enseñar diseño de redes, consiguió financiamiento de parte de Reid Hoffman, el fundador de LinkedIn, y de otros distinguidos y precoces inversores.

General Assembly, que ofrece espacio de trabajo para empresarios en Nueva York, está incorporando siete aulas con el fin de ponerse a tono con la demanda de clases de programación, además de las dos aulas y de las dos salas para seminarios con las que ya contaba. La compañía recientemente recaudó dinero del fondo de inversión personal del fundador de Amazon, Jeff Bezos, y de DST Global, que respaldó a Facebook.

Hay muchos sitios y servicios destinados al mercado de aprender a programar y tienen nombres como: Code Racer , Women Who Code , Rails for Zombies y CoderDojo . Pero en el corazón del reciente frenesí en este campo se encuentra Codecademy, una empresa que recién se inicia, con base en Nueva York, y que lleva a quienes visitan el sitio a través de lecciones interactivas en diversos lenguajes informáticos y de red, como por ejemplo: JavaScript; además, les muestra cómo escribir órdenes simples.

«Así como necesitamos saber leer un idioma adicional, también necesitamos tener cierto entendimiento del código que construye la red», dijo Sarah Henry, de 39 años, quien se desempeña como gerente de inversiones y vive en Wayne, Pensilvania

Desde que se presentó el servicio, el verano (boreal) último, más de un millón de personas se han inscripto y ha recaudado casi 3 millones de dólares en financiamiento de riesgo.

Para Codecademy hubo un gran cambio, en el mes de enero, cuando Michael R. Bloomberg, el alcalde de Nueva York, dio a conocer una resolución en Año Nuevo por la cual se puede utilizar el sitio para aprender a codificar. El sitio es gratuito. Sus creadores esperan ganar dinero, en parte, conectando a los programadores recién recibidos con los responsables de contratación de personal y con las empresas que recién se inician.

«La gente tiene un deseo genuino de entender el mundo en el cual hoy vivimos», dijo Zach Sims, uno de los fundadores de Codecademy. «Ellos no solamente desean utilizar la red sino que también quieren entender cómo funciona».

El creciente interés en la programación es parte de una moda nacional por la cual más personas se mueven hacia los campos técnicos. Según la Asociación de Investigaciones Informáticas (Computing Research Association, en idioma inglés), la cantidad de estudiantes que se inscribieron en programas de grado en informática aumentó un 10 por ciento en 2010, el año más reciente del que se disponen datos.

Peter Harsha, quien es el director de asuntos de gobierno de la asociación, afirmó que dicha cifra había estado ascendiendo a un ritmo constante durante los últimos tres años, luego de un período de descenso de seis años, el cual tuvo lugar después del colapso de las firmas punto com. Asimismo, Harsha señaló que el interés por la informática era cíclico pero que el actual entusiasmo parecía ser más que un tema pasajero y no estaba limitado a las personas que deseaban ser ingenieros.

«Para tener éxito en el mundo moderno, independientemente de tu ocupación, es necesario tener dominio de las computadoras», dijo. «Es más que saber cómo utilizar Word o Excel, se trata de saber cómo usar una computadora para solucionar problemas».

Eso es lo que llevó a Rebecca Goldman, de 26 años, una bibliotecaria de la Universidad La Salle, en Filadelfia, a inscribirse en algunos cursos. Goldman expresó que se dio cuenta de que necesitaba contar con las habilidades básicas que le permitieran desarrollar redes y también poder construir y mantener un sitio de red para el departamento de colecciones especiales que supervisa.

«Todos los bibliotecarios ahora dependemos de un software para hacer nuestro trabajo, seamos o no programadores», dijo Goldman. «La mayoría de las bibliotecas no tiene personal técnico para que instale un servidor y cree un sitio de red; de modo que si deseas hacer eso, debes hacerlo solo».

El desafío para Codecademy, y para otros que se ocupan de la sed de conocimiento técnico, es asegurarse de que la gente verdaderamente aprenda algo en vez de que haga algunos intentos con unas pocas lecciones básicas o abandone por la frustración.

«Sabemos que no vamos a convertir al 99 por ciento de las personas interesadas en aprender a codificar en el 1 por ciento que realmente es bueno para hacerlo», dijo Sims, de Codecademy. «Existe una gran diferencia entre saber sobre códigos y ser un buen programador».

Algunas personas que han puesto la mira en aprender a programar han descubierto que es una cuesta empinada. Andrew Hyde, de 27 años, quien vive en Boulder, Colorado, ha trabajado en empresas que recién se iniciaban y ahora está escribiendo un libro sobre viajes. Hyde afirmó que se alegró mucho por haber tenido la oportunidad de tomar clases gratuitas de codificación online.

«Si trabajas en firmas que recién se inician y observas cómo trabajan los programadores, siempre te sientes algo celoso de sus habilidades», dijo. Pero, a pesar de su entusiasmo, él luchó por traducir las órdenes simples que aprendió a través de Codecademy al desarrollo del mundo real. «Se siente como si nos fueran a enseñar cómo escribir la gran novela estadounidense, pero estamos comenzando por aprender lo que es un sustantivo», señaló.

Sims señaló que conocía esas críticas y que la compañía estaba trabajando para mejorar la utilidad de sus lecciones.

«No creo que la mayoría de las personas aprenda algo valioso», dijo Julie Meloni, autora de libros de programación. «La gente aprende a repetir como un loro líneas de código, cuando lo que realmente necesita es tener conocimiento del contexto para poder implementar las órdenes»

Los programadores experimentados dicen que aprender a ajustar el diseño de una página de Internet es una cosa, pero adquirir las habilidades que se necesitan para desarrollar un sofisticado servicio online o una aplicación de telefonía móvil es un desafío completamente distinto. Esa es la clase de educación técnica que no se puede adquirir usando informalmente la computadora durante algunas horas por la noche y los fines de semana, afirman los expertos.

«No creo que la mayoría de las personas aprenda algo valioso», dijo Julie Meloni, quien vive en Charlottesville, Virginia. Ella escribió guías para programar. En el mejor de los casos, expresó, la gente aprende «a repetir como un loro líneas de código», cuando lo que realmente necesita es «tener conocimiento del contexto para poder implementar las órdenes».

Aun así, Meloni, que ha enseñado sobre este tema durante más de una década, afirmó que descubrió que esta ola de interés por la programación, la cual durante mucho tiempo fue considerada como demasiado especializada y conservadora, es un signo alentador.

«Estoy encantada de que la gente esté dispuesta a aprender sobre código informático», dijo. «Eso es valioso. Es apenas el primer paso».