Procesan al jefe comunal de Melincué en una causa por proxenetismo

Dos años después de que la justicia realizara allanamientos en prostíbulos de la localidad de Melincué, su jefe comunal, Gabriel Rébora, quedó directamente vinculado a la presunta comisión de delitos y fue procesado.

El presidente comunal de Melincué fue procesado por incumplimiento de deberes de funcionario público, en el marco de una investigación por el delito de explotación sexual. Al jefe de la comuna se le imputa no haber clausurado el bar nocturno Escorpio, en el cual se facilitaba la prostitución, según fue comprobado tras un procedimiento en julio de 2012, el mismo día en que fue allanado el bar La Rueda.

Este lugar volvió a ser objeto de un operativo durante la madrugada del domingo pasado, cuando uniformados de la Secretaría de Delitos Complejos encontraron a 16 chicas, una de ellas menor de edad, quienes ejercían la prostitución, bajo el control de una estructura de empresarios de la ciudad, lo que expuso el irregular accionar de quien maneja los hilos de la comuna del departamento de General López.

La polémica comenzó luego del reciente allanamiento del bar La Rueda de la localidad de Melincué, ubicada a 117 kilómetros de Rosario. Fue durante los primeros minutos del domingo, cuando tras varios meses de investigación uniformados irrumpieron en el local nocturno, que funcionaba como bar de copas o cabaret, y tres casas cercanas al comercio.

Allí los pesquisas encontraron a seis chicas paraguayas, otra media docena de dominicanas y cuatro argentinas, una de ellas de 16 años, las cuales utilizaban el boliche como lugar de encuentro con sus futuros clientes, desde donde se trasladaban a tres casas, utilizadas como privados, o diferentes hoteles alojamiento de la zona, para ejercer la prostitución.

De acuerdo con fuentes de la investigación, que fue conducida por el fiscal Matías Merlo y Delitos Complejos provincial, detrás de esta estructura se encontraban, al menos, tres empresarios melincuenses que se encargaban de la administración del dinero, el traslado de las chicas y el manejo de La Rueda.

En el mencionado procedimiento fueron incautados 200 mil pesos en cheques, 180 mil pesos en efectivo, dos armas de fuego, una camioneta Chevrolet S10 y un Mercedes Benz Clase A. Voceros de la fiscalía que llevó adelante el allanamiento del domingo remarcaron que, por el momento, no hay funcionarios públicos implicados en la nueva causa por explotación sexual.

Pero esta investigación puso al descubierto una serie de irregularidades en las cuales se encuentra implicado el presidente comunal de Melincué, Gabriel Rébora. Según voceros del Poder Judicial, Rébora (del FPV) está encausado por incumplimiento de deberes de funcionario público.

Según expuso el portal Venado 24, el presidente comunal fue procesado el 19 de mayo por la jueza penal Silvina Marinucci, en el marco de una investigación que se nutrió de escuchas dispuestas por la Justicia federal en otro caso, por no clausurar el boliche Escorpio –allanado tres veces en cuatro años–, donde se ejercía la prostitución. A Rébora se lo acusa de tener una relación directa con los dueños del cabaret.

A su vez, la diputada del SI (en el Frente Progresista) Alicia Gutiérrez, reveló ayer a El Ciudadano que el político investigado no sólo hizo caso omiso a dos allanamientos que se realizaron en prostíbulos de su ciudad, en 2011 y 2012, sino que luego del último procedimiento participó de la fiesta de reapertura del bar.

Vecinos de Melincué describieron a Rébora como una persona cercana a los dos dueños del comercio. “En Escorpio los clientes podían tener sexo dentro del establecimiento.

Luego del allanamiento de 2012, se buscó crear una pantalla de limpieza, haciendo que las chicas tuvieran relaciones fuera del lugar, en una serie de casas ubicadas a cuatro cuadras del boliche o en los hoteles alojamiento de la zona. Ellos mismos eran los que trasladaban a las prostitutas en un coche de alta gama”, señaló un vecino de la comuna, quien a su vez agregó que los titulares del prostíbulo tuvieron un crecimiento marcado de su patrimonio en muy poco tiempo, pasando de ser simples transportistas a dueños de una empresa de camiones y regentes de una constructora. “Incluso se cree que ellos mismos traían a las chicas desde Paraguay en sus camiones”, explicó esta fuente. (El Ciudadano)

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