Guiño a la izquierda: María Eugenia Bielsa se mostró con Del Frade y el Movimiento Giros

Cuando todos pensaban que María Eugenia Bielsa finalmente cerraría un acuerdo con el reutemismo en post de conseguir la tan ansiada unidad del peronismo santafesino, la arquitecta se mostró el día de ayer en una charla organizada por un espacio de izquierda.

La mayor electora del justicialismo provincial, María Eugenia Bielsa, participó de la presentación del libro del dirigente agropecuario Pedro Peretti: «La chacra mixta y otras yerbas: una mirada política de la cuestión agraria», en Distrito Siete, local militante perteneciente a la agrupación social Movimiento Giros.

«Hay que celebrar que este lugar esté abierto, hay que agradecerle a Giros el empecinamiento en no dejar que cierre un lugar como este. Esto no pasa en Rosario, y que exista un lugar donde nos encontremos a discutir política es necesario», expresó la ex diputada provincial sobre el D7, en la charla que contó además con la presencia de Carlos del Frade, y Juan Monteverde, anfitrión de la casa.

«El gran valor de este encuentro es juntarnos personas que estamos en diferentes espacios políticos, pero que tenemos ideas comunes. Con Juan, por ejemplo, hemos compartido un debate profundo sobre la ciudad deseada. A quién le pertenece la tierra, quién se apropia del plusvalor y de qué manera podemos desarrollar una ciudad más equitativa. Porque sabemos que cuando uno decide cómo gestionar una ciudad, nunca lo hace desde un lugar neutral. Es una desición sumamente ideologizada. Si proyectamos una ciudad con cloacas en todos los barrios, eso es una desición ideológica. Si por el contrario pensamos en hacer por quinta vez la peatonal que remodelamos hace unos años, también eso es ideologizado. Cada desición marca prioridades. Y esta ciudad hace 25 años que se piensa de la manera más injusta. Ese modelo de ciudad tiene un nombre y un apellido. Se llama Miguel Lifschitz», continuó la ex vicegobernadora de la provincia de Santa Fe.

Por su parte, el dirigente de izquierda, Juan Monteverde agregó: «Todos coincidimos en que el nombre de este modelo es el de Miguel Lifschitz. Y esto no es ensañamiento personal, nosotros sufrimos las consecuencias de este modelo en el territorio, como seguramente Maria Eugenia lo sufrió en el concejo. La desición de poner a Rosario como ciudad «competitiva» fue de Lifschitz. Y para eso tuvo que desregular el mercado inmobiliario. Atraer inversiones haciendo de Rosario una ciudad «competitiva» le permitió enormes márgenes de ganancia a grande grupos inmobiliarios. Y eso a su vez fue el caldo de cultivo perfecto para el lavado de dinero, no sólo de los excedentes del campo, también del narcotráfico. Y eso hay que decirlo, porque que hoy estemos como estemos no es obra y gracia del destino, se tomó una desición, se eligió que Rosario sea así». Y terminó: «El desafío es no quedarse en eso, en la denuncia. Tenemos que ser capaces, aqui y ahora, de construir alternativas, a eso le llamamos nosotros socialismo del siglo XXI y desde esa nueva experiencia continental, que está dispuesta a inventar para no errar, convocamos al diálogo con otras tradiciones políticas».

«Frente a la cultura de lo supefluo, debemos construir una cultura de la resistencia. Y este es un espacio genial para empezar con eso, porque el Movimiento Giros es un ejemplo extraordinario de la cultura de la resistencia. Ellos lograron, con pura militancia, que en Rosario no haya más barrios privados. Eso es marcar otras prioridades a las que hoy están», apuntó Bielsa, y remató: «Por eso estamos hoy acá quienes estamos: porque tenemos el ideario, la voluntad y la rebeldía para pelear por una ciudad y una provincia mucho más justas».