Preocupa el número de taxistas detectados ebrios al volante

En lo que va de 2015 ya se detuvo a 5 choferes, casi la mitad de los casos que se registraron durante todo 2014. El último fue denunciado por una pasajera, que llamó al 147.

Un nuevo taxista fue detenido el domingo por la noche con 1,40 gramo por litro de alcohol en sangre después de ser denunciado por una pasajera en el teléfono de consultas y reclamos: 147. Es el quinto chofer detectado desde inicios de año, casi la mitad de los doce casos relevados durante todo el 2014.

Representantes del sector, de los propietarios de taxi y peones, se mostraron de acuerdo con la rigurosidad en los controles de alcoholemia, pero plantearon que no se debe generalizar, ya que entienden que no es una problemática dentro de una comunidad que aglutina a unas 8.000 personas, entre titulares y choferes. Así lo evaluó, entre otros, el presidente de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, tras la detección de un nuevo caso en 45 días.

El personal que trabaja en servicios públicos de pasajeros tiene prohibido consumir alcohol en horario laboral. Tolerancia cero. «El límite para cualquier conductor de un transporte público es cero, pero la graduación encontrada en este caso es realmente muy alta», apuntó el secretario de Control y Convivencia Ciudadana municipal, Pablo Seghezzo.

Al ser consultados por este diario sobre la reiteración de casos en poco más de un mes, desde la Secretaría de Control y Convivencia estimaron que el crecimiento en el número de casos de taxistas detectados alcoholizados se debe al incremento de los operativos de control específicos a taxis, como se realizaron tiempo atrás con remises, y también a la «familiarización» de los ciudadanos llamando al 147 —que depende del Centro de Monitoreo— para casos de denuncias y consultas. Pero igualmente desde su cartera miran con atención la evolución que están teniendo estos controles.

Antecedentes. El taxista detenido el domingo es el segundo caso en las últimas semanas que, tras una denuncia de un pasajero que percibe que el conductor parece tener signos claros de ebriedad, es interceptado poco después por un control, termina demorado y el vehículo es remitido en el corralón municipal.

«A las 22.13 de ayer (por el domingo) ingresó una denuncia al 147 sobre un taxista que se encontraba ebrio, rápidamente a partir de nuestro sistema de monitoreo identificamos el coche y cerca de las 22.40 acudimos al lugar (Baigorria y Circunvalación) a realizarle el control de alcoholemia, el cual le dio positivo con 1,40 g/l», detalló Seghezzo.

El funcionario detalló que se trata del chofer de un Chevrolet Corsa, dominio HXD 596 y RA 3393, que fue detenido en Baigorria y Circunvalación.

El 31 de enero pasado, otro taxista fue demorado en la seccional 14º después de ir a buscar a una pasajera con el torso desnudo y ebrio.

En esa oportunidad, una joven de 26 años había llamado a un servicio de radiollamadas y cuando finalmente el automóvil se acercó a su casa de barrio Belgrano, para su sorpresa notó que el conductor iba semidesnudo y consumiendo una cerveza mientras manejaba el taxi.

Para peor, cuando los agentes policiales requisaron el vehículo, encontraron también un arma de fuego tipo tumbera, calibre 22 y con un cartucho en la recámara. Frente a estas faltas, que fueron consideradas como «muy graves», desde la Secretaría de Control reconocieron que el chofer quedará inhabilitado para volver a conducir servicios públicos en la Municipalidad de Rosario.

Los otros tres casos de taxistas detectados con alcohol en sangre fueron relevados en distintos operativos de tránsito.

Los representantes de taxistas consultados por este diario consideraron que estos operativos y denuncias definitivamente harán tomar conciencia a los conductores que hasta ahora creían que no les iba a tocar.

«Es que con marcar tres números (147) en el celular cuando se baja del auto, el pasajero se transforma en inspector y hoy no está para perder el trabajo», esbozó Carlos, un peón de taxi, después de dejar ayer a una pareja de ancianos en la esquina de Entre Ríos y Santa Fe.

(La Capital)