La puesta en escena de los candidatos con sus propuestas

Participaron los cinco aspirantes a dirigir los destinos de la ciudad. Expusieron y discutieron sobre seguridad, servicios públicos, obras públicas y políticas sociales.

A dos semanas de las elecciones generales del 14 de junio y los candidatos a intendente de Rosario participaron de un debate histórico.

Participaron los candidatos a intendente que superaron la instancia de las primarias abiertas: Mónica Fein (Frente Progresista), Ana Martínez (Unión PRO), Roberto Sukerman (Frente Justicialista para la Victoria), Alejandro Grandinetti (Frente Renovador) y Edmundo Filkenstein (Frente de Izquierda).

El debate giró en torno a cuatro ejes temáticos: Seguridad, Servicios Públicos, Obras Públicas y Políticas Sociales. Además, cada candidato tuvo la oportunidad de realizar una exposición de apertura y otra de cierre.

El de los candidatos a intendente no será el único debate. El domingo 7 de junio será el turno de los aspirantes a gobernador de la provincia de Santa Fe.

Seguridad

El primer eje que abordaron los candidatos fue, tal vez, una de las demandas más sentidas por los rosarinos: la seguridad.

Entre la optimización de los recursos ya existente, un uso inteligente del presupuesto municipal y algún que otro contrapunto por la cantidad necesaria de cámaras de vigilancia, los candidatos coincidieron en que el tema seguridad será su prioridad.

Fein fue la única que vinculó el tema con la inclusión social: “No hay futuro si no hay oportunidades para los que menos tienen” e insistió en la presencia de las fuerzas federales. Mientras Muni Finkelstein –que fue el primero en tomar la palabra– denunció “al delito organizado desde arriba” y propuso estatizar las casas de juego y el puerto rosarino; Grandinetti apuntó a la tecnología: cámaras de videovigilancia, monitoreo las 24 horas y botón de pánico entre otros puntos. Anita Martínez, por su parte, apuntó a jerarquizar el área y darle más presupuesto y Sukerman, remarcó su intención de liderar “una nueva policía” municipal, una fuerza “que no esté viciada por la corrupción”.

Al momento de las refutaciones Martínez rescató el ejemplo de la Policía Metropolitana de Buenos Aires y fue entonces cuando Sukerman disparó la primera crítica al modelo macrista. “La Metropolitana parece una policía turística”, advirtió y coincidió con Fein en que las calles porteñas están saturadas de agentes federales.

“Rosario es parte de Argentina y quiero que (las fuerzas federales) se queden aquí”, había señalado la intendenta durante su planteo inicial.

Servicios Públicos

Grandinetti y Martínez vincularon la baja frecuencia en el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) con la inseguridad. El primero apuntó que hay líneas y taxis que evitan ciertos barrios y la segunda advirtió sobre el peligro que supone estar varios minutos en las paradas, “con el temor a ser asaltados”. También llamó la atención sobre el tránsito que genera que la mayoría de las líneas de colectivo confluyan al centro, un punto en el que coincidió Sukerman.

El candidato kirchnerista apuntó, además a la duración de los viajes. Aseguró que cruzar la ciudad de norte a sur puede tardar hasta una hora y media y eso, a su vez, desincentiva a los ciudadanos a subirse a los colectivos. Con una placa mostró que cada vez son menos los vecinos que optan por el TUP. “Nadie se baja del auto si no tiene un transporte eficiente”, opinó.

En tanto Finkelstein se mostró de acuerdo con Grandinetti cuando llamó a auditar a las empresas concesionarias del transporte. “Vamos a invertir y controlar si es un privado”, prometió el candidato del Frente Renovador.

Ante tales planteos, Fein recordó que hace más de un año que duerme en el Concejo su pliego para un nuevo sistema de transporte. “Un sistema sustentable con líneas troncales y barriales”, destacó la intendenta.

“Pero no me quedé esperando”, aclaró y recordó las nuevas unidades cero kilómetro, las líneas de enlace añadidas y la nueva tarjeta sin contacto con la que, ahora, se puede pagar además del boleto, el estacionamiento medido.

La mandataria también marcó la cancha en cuanto al tratamiento de la basura y dijo que “Rosario es pionera en manejo de residuos” y reciclaje.

Al momento de las refutaciones, Grandinetti apuntó a la autonomía municipal, deuda –recordó– de la Gobernación de Hermes Binner y a avanzar con la ubicación de contenedores en toda la ciudad.

A su turno, Fein recogió el guante y le señaló al candidato del FR que Rosario cuenta con 10 mil contenedores y deslizó que si tanto interés hay en la autonomía “quizás acá podamos ponernos de acuerdo y voten» una reforma constitucional en la provincia que la habilite.

En tanto, Sukerman aprovechó para contestarle a Fein sobre el pliego de transporte e indicó que los concejales “somos presos de un situación donde nos obligan a fijar una tarifa y no podemos hablar de la calidad del servicio”.

Obras Públicas

La primera en hablar sobre el eje Obras Públicas fue Martínez, quien apuntó a las cloacas y pavimentación que faltan en los barrios y como Grandinetti en el módulo anterior, señaló que una forma de hacerlo es disponiendo libremente de los recursos de la ciudad. Se refirió así, a la autonomía municipal para que “el progreso no venga ni de la provincia ni de la Nación”.

Sukerman inició su planteo con otra crítica tanto al socialismo como a la gestión macrista. Con una foto de las inundaciones en Buenos Aires de 2012 y otra de las de Rosario dijo que espera que Anita “no traiga a los especialistas hidráulicos” de la Capital Federal. Sin embargo, como Martínez sostuvo en que casi la mitad de la ciudad no cuenta con pavimento definitivo y, por otro lado, criticó la falta de presión de agua en algunas zonas.

“Qué lástima que Sukerman no vino a ver la planta potabilizadora de agua”, lanzó a su turno Fein, quien señaló que en su mandato terminó las cloacas de 32 barrios y prometió los 23 barrios que faltan para su próxima gestión. Con todo, rescató: “He sido la intendenta que más obra pública logró en la ciudad” y criticó al gobierno nacional por llevarse de la ciudad más recursos de los que luego invierte en ella.

Finkelstein por su parte, se mostró sorprendido: “Parece que no viven en Rosario, la infraestructura está totalmente colapsada”. Denunció que se favorece la especulación inmobiliaria y prometió un plan de viviendas populares.

Finalmente Grandinetti, confrontó con Fein cuando recordó que hace 20 años que el socialismo gobierna la ciudad, con lo cual entendió que esas obras que faltan –las cloacas de los 23 barrios que prometió la intendenta para su próximo mandato– ya deberían estar hechas.

A la hora de las refutaciones, Anita le aclaró a Sukerman que su equipo “es netamente de la ciudad” y cruzó a Fein al recordar el gasto que supuso el arreglo de la plaza San Martín, 20 millones de pesos que, a su entender, se podrían haber destinado a los barrios.

Sukerman, por su parte, le recordó a la intendenta que buena parte de la obra pública de la ciudad se hizo gracias al apoyo de la Nación.

“Nos cuestionan porque usamos recursos provinciales, nacionales e internacionales, eso se llama gestión”, le retrucó Fein al concejal del FPV.

Políticas Sociales

Mientras que Sukerman sacó a relucir su tiempo al frente de la Ansés, Fein enumeró las políticas generadas desde el Palacio de los Leones en estos últimos años, desde el Tríptico de la Infancia hasta el sistema de salud rosarino que calificó como “el mejor de Latinoamérica”; un punto en el que discrepó Anita.

Una vez más, Martínez pidió mayor acceso a la salud “real”. Su cuestionamiento al sistema sanitario había provocado ya la semana pasada un contrapunto con el secretario de Salud Municipal, Leonardo Caruana.

Grandinetti apuntó a combatir la desnutrición infantil con el plan de Abel Albino (Conin) y opinó que para prevenir el delito hay que abordar la marginalidad.

Finkelstein cuestionó el asistencialismo de los planes sociales que degrada a los trabajadores y abogó por un salario familiar que iguale la canasta familiar.

Al momento de las refutaciones, Sukerman increpó a Anita que preside la comisión de Salud del Concejo y le preguntó por qué no asiste a las reuniones. La candidata le recomendó entonces que corrobore sus dichos con las actas donde verá su firma pero no la de muchos otros ediles.

Conclusiones

En los minutos finales, Finkelstein pidió a los ciudadanos que apoyen la precandidatura presidencial de Altamira; Fein se ancló en sus cuatro años de gestión de “manos limpias”; y Anita se definió como “el cambio”. Grandinetti por su parte, pidió “coraje” para cambiar el rumbo de la ciudad y Sukerman dio su número de teléfono personal como muestra de su compromiso.

(Rosario3)