Mataron a balazos a joven que habría acordado una venta de drogas vía Facebook

Javier Moyano, de 22 años, fue baleado la noche del sábado. En la escena del crimen hallaron 15 vainas servidas. Hubo daños a un auto y un colectivo

Un muchacho de 22 años fue asesinado de al menos dos balazos en una esquina de la zona sur de la ciudad. El hecho se desencadenó minutos antes de la medianoche del domingo y, según los datos preliminares, la víctima fue baleada por una persona que se bajó de un utilitario y disparó al menos quince veces, teniendo en cuenta que esa fue la cantidad de vainas servidas recogidas en el lugar, donde un auto estacionado y un colectivo del transporte urbano también fueron alcanzados por proyectiles.

Entre los posibles móviles del homicidio, señalaron fuentes cercanas a la investigación, se investiga una línea que sitúa a la víctima en ese lugar porque había ido a vender droga a unos jóvenes a quienes había contactado a través de Facebook. Si bien los presuntos compradores fueron localizados minutos después del hecho en las inmediaciones e inicialmente demorados, finalmente quedaron en libertad luego de que se estableciera que no habían participado del ataque armado.

El asesinato es investigado por la fiscal de la Unidad de Homicidios Georgina Pairola, quien ordenó al personal de la Policía de Investigaciones (PDI) las medidas y peritajes de rigor en la escena del crimen, así como la toma de testimonios para establecer la mécánica del violento episodio.

Herido

Javier Moyano tenía 22 años. Según consignaron fuentes judiciales y policiales, aproximadamente a las 23.45 del sábado fue hallado por efectivos del Comando Radioeléctrico gravemente herido en la vía pública, en el cruce de Ovidio Lagos y Presidente Quintana. En principio el muchacho presentaba una herida de arma de fuego en la región lumbar y otra en el muslo derecho.

El joven fue examinado en el lugar por personal médico del Sies y luego trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde fue ingresado a quirófano pero finalmente murió una hora después, alrededor de la 1 del domingo.

En tanto, la escena del crimen presentaba un total de quince vainas servidas que daban cuenta de lo brutal de la balacera. Que entre sus efectos provocó, según indicaron fuentes policiales, daños en un Renault Sandero estacionado en el lugar y alcanzado por una bala en la puerta delantera izquierda. También fue alcanzado por dos proyectiles en su parte frontal un colectivo: el interno 119 de la línea 126 negra.

Ametralladora

Según fuente allegadas al hecho, dos jóvenes aportaron los primeros datos para orientar la pesquisa. Se trata de un joven de 21 años y una chica de 25 a quienes efectivos del Comando vieron circular a bordo de una moto en contramano y luego de perseguirlos cinco cuadras los alcanzaron en Suipacha y Doctor Riva.

Ambos fueron demorados durante un par de horas para aclarar su participación en el hecho. Así, señalaron a este diario fuentes allegadas a la investigación, explicaron cómo y por qué se habían contactado con la víctima del crimen.

«Al parecer la víctima vendía droga y se había citado a través del Facebook con estas dos personas en esa esquina para hacer un intercambio, no se sabe aún de qué. Según el relato de los presuntos compradores, que no son pareja, ellos llegaron en la moto y el muchacho estaba a pie», comentó un vocero consultado.

«Cuando los jóvenes se retiraban del lugar en la moto vieron aparecer en escena un utilitario de color oscuro del que vieron bajar a una persona portando un arma que describieron como una ametralladora y comenzó a disparar», añadió el portavoz, quien dio crédito a la versión respecto del arma en virtud de la gran cantidad de vainas servidas colectadas en la escena.

En cuanto a los presuntos compradores, se les practicó una prueba de dermotest y no se les hallaron armas de fuego en su poder. Tampoco les encontraron drogas, por lo que se presume que las pudieron haber descartado durante la persecución. No obstante, luego de ser interrogados por separado los investigadores concluyeron que su relato se ajustaba a los hechos. «El perfil de ambos no se correspondía con el de sicarios», acotó un vocero de la pesquisa. (La Capital)