Educación: La benévola opresión

La educación tiene poco que ver con la transferencia de informaciones objetivas. Quienes tienen que transmitirla, simplemente se proponen producir aceptables miembros de la comunidad.

Los educadores sustituyen el instinto por ciertas maneras fijas de pensar y de obrar y ello la resultante final en la evolución de los mamíferos en función de una tendencia hacia una mayor utilización de los conocimientos en un período de aprendizaje más prolongado.

Es también la educación un ejemplo de la pertinaz singularidad de un ser humano entre los mamíferos sociales en un mundo como el nuestro donde el saber tiene mucha importancia, ya que el instinto no basta para afrontar los complejos aspectos de la vida en sociedad.

Las instrucciones insertas en los genes son más generales y amplias y, cada vez más, ordenan aprender, a la vez que, en menor medida aconsejan realizar.

De esta manera, el educador se asegura que el educando se asegure un mayor almacenamiento de datos en la memoria y promueve un aflojamiento del autocontrol y de las inhibiciones.

Lo señalado implica que los impulsos son controlados por la mente, por las percepciones tardías y la visión anticipada, por el conocimiento y el proceso de recompensas, o sea, en definitiva, por la idea de que la renuncia al placer inmediato puede depararnos uno mayor en el futuro.

Si el aprendizaje fracasa, no está ya presente en nosotros el instinto de reemplazarlo de manera automática, según estiman los antropólogos, quienes estiman que cuanto más complejo es el aprendizaje, más probable es que las cosas no funcionen como debieran.

Hábitos

Y para compensar dicha desventaja, el proceso de aprendizaje ha de ser encarado de manera curiosa. Tiene que inculcarnos pautas de conducta que reemplacen al instinto, esto es normas que abarquen a toda la población y estas últimas deben ser relativamente firmes y automáticas que denominamos los humanos como “hábitos” que la educación trata de inculcarnos casi constantemente.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com