Cristina Kirchner: “Tenemos que agregar valor para que haya trabajo de calidad y buenos salarios”

En Plaza de Mayo, y ante una multitud que la escuchó bajo la lluvia, la vicepresidenta habló sobre los ejes que debería tener el programa de gobierno del país, al tiempo que recordó lo construido durante su presidencia y la de Néstor Kirchner.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó el acto que tuvo lugar en Plaza de Mayo, en un nuevo aniversario del Día de la Patria y a 20 años de la asunción presidencial de Néstor Kirchner.

Antes de que la vicepresidenta suba al escenario, se proyectó un video con fragmentos de discursos de Néstor Kirchner, a 20 años de su asunción a la Presidencia.

Al iniciar el acto, la vicepresidenta celebró estar en Plaza de Mayo: “Que mejor lugar para volver a encontrarnos que en esta plaza de la patria”. Y, tras hacer un comentario sobre el clima –que se caracterizó por ser lluvioso y tormentoso– hizo un repaso por su presidencia y la de Néstor Kirchner.

Ya sobre el final de la presentación llegaron algunas menciones hacia la actualidad política y las necesidades del país de cara a las elecciones de este año: “Al crecimiento se lo están llevando cuatro vivos. Medido el Producto Bruto Interno (PBI) del 2022, no llegamos al del 2015 (de 647 mil millones de dólares) pero estamos en 633 mil millones de dólares, el problema que hoy tenemos es la distribución del ingreso. Para distribuir el ingreso hay que ponerle caritas feas a los que tienen mucho, y no se trata de confrontar. ¿Por qué creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51% de los votos y por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Porque nunca fui de ellos, ni lo voy a ser, hagan lo que hagan, me quieran matar o meter presa, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”.

“El problema que tenemos es la distribución del ingreso, y para eso hay que ponerle caritas feas a los que tienen mucho”

Y agregó: “Es necesario construir organización, profundidad territorial, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas, una sola persona no puede, tiene que haber una organización, tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina”.

En este sentido, apuntó que “el país necesita imperiosamente tres o cuatro ejes sobre los que desarrollar ese programa”. Y enumeró: “Si los argentinos no logramos que el programa que el Fondo Monetario Internacional (FMI) impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo. Es impredecible unidad nacional frente a eso, fue un préstamo político y política también tiene que ser la solución. En todo caso, que lo aten a un porcentaje de exportaciones, pero que dejen de quiere dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima. Somos 46 millones, no alcanza únicamente con la materia prima, tenemos que agregar valor para que haya trabajo de calidad y buenos salarios, que es lo que el país necesita y se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante doce años y medio”.

Como segundo punto, consideró: “Tenemos que abrir la cabeza y mirar cómo en todas las economías desarrolladas se articula una alianza entre lo público y lo privado, tenemos recursos estratégicos extraordinarios”.

Y, como tercer eje, indicó: “También es necesario la renovación del pacto democrático. En una plaza como esta, el 30 de octubre del 83, un argentino que no era de mi partido había ganado las elecciones junto a miles y miles de jóvenes que horrorizados por la dictadura reclamaban un país diferente, donde los que no piensan igual no son enemigos sino que solo son adversarios, donde quedaba erradicado quitarle la vida al que no pensaba igual. Hay que volver a renovar ese pacto”.

“Aún a pesar de los errores o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri”.

Tras calificar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación como un “mamarracho indigno”, Fernández de Kirchner sostuvo que es “necesario volver a darle al país un Poder Judicial” porque “los argentinos merecen volver a tener máximo tribunal que sea llamado como tal sin ponerse colados, es la imagen del país también”.

“Ante el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, la sociedad tiene una garantía inamovible, la del voto. Tenemos que repensar el diseño institucional, no podemos seguir con personas que son designadas de por vida y que nunca rinden cuentas a nadie ni a nada, no se sabe sus declaraciones juradas, ni qué tienen, eso no es de República, eso no es de democracia”, concluyó la vicepresidenta, al tiempo que pidió al público que realice una “tarea militante”.

La exmandataria fue la única oradora en el acto, que tuvo lugar en medio de la definición de candidaturas políticas de cara a las elecciones presidenciales de este año, para las que el Frente de Todos aún no oficializó a sus representantes.

Una multitud de ciudadanos concurrió al evento, que también contó con cerca de 300 invitados especiales, entre ellos referentes políticos, sindicales, de Derechos Humanos, de la cultura, de la sociedad civil y de los movimientos sociales.

Por otro lado, y pese a haber difundido la convocatoria al acto en sus redes sociales, el presidente Alberto Fernández no participó del encuentro ya que después del Tedeum –que tuvo lugar durante el mediodía de este jueves– partió hacia Chapadmalal.

EL RECUERDO DE NÉSTOR Y UN REPASO POR SUS PRESIDENCIAS
Al iniciar el acto, la presidenta del Senado recordó a su compañero, Néstor Kirchner: “Hace exactamente veinte años que llegábamos con él a esta misma plaza, ante un país que recibió a aquel presidente patagónico con apenas 22% de los votos”.

Tras asegurar que Kirchner “recibió un país que venía de una gran crisis del 2001”, la vicepresidenta cuestionó a quienes quieren reducir al Estado: “Cuando él llegó, el Estado era chiquitito, pero la deuda externa que le habían dejado era grandísima”.

“En aquel Estado, YPF había sido privatizada, era una empresa española igual que Aerolíneas Argentinas, tampoco estaba el Correo que también había sido privatizado, la ANSES tampoco existía porque cuando él llegó en la Argentina se jubilaban unos pocos. Los recursos de los trabajadores habían sido privatizados y entregados a las famosas AFJP, apenas una jubilación de $200 para los que habían cumplido todos los años y todos los aportes”, recordó la expresidenta.

Y se preguntó: “Si todo estaba en manos de los privados, de los buenos administradores, ¿por qué Argentina debía tanta plata? Por una razón muy sencilla, porque habían contraído deuda externa, porque la habían estatizado en el 82, porque siguieron endeudando al país en toda la década de los 90 por la dolarización.

“A la patria hay que tomarla sin beneficio de inventario, hay que comprenderla y amarla completa”

“Esta plaza también fue poblada de represión el día que se caía la convertibilidad y se apropiaban de los depósitos a plazo fijo de los argentinos en el famoso corralito. Hoy vemos y escuchamos a quienes eran discípulos y colaboradores de ese ministro explicarnos lo que van a hacer. Anoten, genios de la economía, a la deuda se las pagamos nosotros, los kukas”, apuntó.

Seguidamente, volvió a destacar la gestión de Néstor Kirchner: “Junto al compañero Lula da Silva, decidió pagar al contado la deuda con el Fondo Monetario Internacional, es ahí cuando la Argentina y su gobierno votado en las urnas recupera el timón de la economía y comienza un proceso de reindustrialización, de inclusión, de valor agregado, de tecnología, de repatriación de científicos e investigadores, de inclusión para una sociedad que había sido devastada por la desocupación y la exclusión. Cuando el compañero llegó a presidente de la República, el Producto Bruto de este país era de 164 mil millones de dólares, cuando su compañera entregó el gobierno el 10 de diciembre del 2015 el PBI era de 647 mil millones de dólares”.

“No es pecado pagar buenos salarios, al contrario, es de buenos cristianos”.

Y señaló: “Aquel gobierno termina con el mejor salario en dólares de toda Latinoamérica, con la mejor jubilación y con la mayor participación de los trabajadores en el PBI, más del 51%”.

A continuación, la vicepresidenta recordó el conflicto social ocasionado al querer modificar el sistema de retenciones al campo: “A los tres meses de asumir como presidenta, por otro genio de la economía, de los que nos dan clases todos los días (por Martin Lousteau), casi me pongo al país de sombrero, fue una crisis política muy fuerte que dividió a la sociedad argentina. El enfrentamiento y la confrontación había sido tan intensa, que las consecuencias aún no han desaparecido. Es una pena porque necesitamos los argentinos y las argentinas poder articular algo diferente, no podemos seguir atados a una economía primarizada, no podemos seguir atados a los precios internacionales o a que llueva o salga el sol, necesitamos dar un salto cualitativo y articular lo público y lo privado para agregar valor, para incorporar tecnología”.

En esta línea, apuntó: “Cuando uno ve las principales economías que han surgido en los últimos veinte o treinta años, fundamentalmente del lado asiático, lejos está de la doctrina que nos quieren imponer acá, que el mercado y lo privado todo lo resuelve, al contrario, son modelos de articulación acordados ente el sector público y el privado en las actividades que mayor retorno provocan, y por lo tanto mayor valor agregado, tecnología y empleo. Esta es la discusión que está esperando el pueblo argentino, y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación”.

“Para una militante política de mi generación haber podido decirle a los argentinos que les dejábamos un país mucho mejor que el que habíamos recibido es un orgullo”.

“Cuando volvimos en el 2019, nuevamente endeudada la Argentina en dólares. En el año 2016 y 2017 fuimos el país en el mundo que más deuda en dólares tomó y, cuando esto no se pudo pagar, otra vez vino el FMI pero con un adicional, ya no eran los préstamos stand by, sino que este desembolso de 57 mil millones de dólares llegó para que (Mauricio Macri) pudiera ganar las elecciones”, concluyó.