Trata de personas: Barbarie irresuelta de esclavitud y explotación sexual

El Salón de los Acuerdos del Concejo, colmado de periodistas escuchó con respetuoso silencio el testimonio crudo y lapidario de Susana Trimarco, sobre una de las sobrevivientes vergüenzas que los argentinos soportan, a diario, en provincias argentinas: la trata de personas con su consecuente explotación sexual y laboral.

Las revelaciones de la valiente mujer, expresadas con un vocabulario  sencillo pero despojado, hizo brillar la visión de más de uno de sus interlocutores al   relatar el camino transitado  tras el secuestro de su hija, ocurrido el 3 de abril del 2002, a las 9.30.

“Desde mi humilde lugar de madre me vi obligada a enfrentar a esta mafia organizada que se dedica a la trata de personas. Mi hija  salió para sacar un turno para un examen ginecológico en el hospital que quedaba pocas cuadras y  de un día para otro terminamos con mi esposo, ya fallecido, investigando la desaparición de una hija que había salido sin documentos y con sólo dos pesos en el bolsillo. Le di un beso y nunca más la vi”, comenzó señalando Susana.

Desde ese entonces ella  logró rescatar, a nivel personal 129 mujeres de nuestro país y extranjeras y desde la creación de su fundación hizo lo propio con 954 víctimas como querellante de causas judiciales.

Recién luego de tres días de búsqueda y una denuncia policial fallida, a través de un llamado telefónico a un vecino, pudo saber que a su  hija Marita la habían secuestrado en un remise  “de la empresa Cinco  Estrellas que pertenecía a los hermanos Alé, quienes manejan la droga y la prostitución en la provincia de Tucumán y que en Santa Fe también tienen negocios”, denunció Susana Trimarco.

Lanzada en su exposición, Susana no tuvo duda alguna al señalar que “En el momento del secuestro, el por entonces  gobernador Julio Miranda había hecho un convenio para que los Alé fueran “veedores” de la ciudad, ya que tenían 3.500 remises, mejores armas que la policía, que sólo tenía 15 móviles y estaban mecánicamente destruidos. A partir de allí los Alé llevan la mafia dentro de la casa de Gobierno y allí comencé  a hablar de secuestro con el periodismo”.

“En la zona roja de Tucumán, una de las chicas que allí se dedican a la prostitución le dijo a mi esposo que Marita había sido canjeada por 2.500 pesos y droga en La Rioja, pero no le dio más datos porque la estaban vigilando desde una moto estacionada en las cercanías” explicó Trimarco y agregó:”En otra entrevista con la mujer y acompañado de un comisario amigo, de apellido Tobar, a mi esposo le indicó dónde mi hija estuvo secuestrada y detalló  el traslado que hicieron a otra vivienda y cómo desde allí la transportaron a La Rioja. Luego esos datos los verificamos y resultaron ser verdaderos”, prosiguió la protagonista central d ela conferencia de prensa.

“Liliana Medina, esta proxeneta que es muy perversa mató a chicas y las enterró en el mismo burdel que dirigía”, acusó Trimarco y ante el silencio generalizado agregó con énfasis: “Ella y sus hijos son unos asesinos y hoy están sentados en un juicio, en los  tribunales, sin que Marita aparezca. Está comprobado que ellos la tuvieron en La Rioja donde estaba el jefe de Investigaciones de esa provincia y el juez Moreno complicados. Al aportar a la justicia la investigación, me hacían esperar toda la mañana en Tribunales pidiendo que sacaran las medidas judiciales necesarias para los allanamientos y cuando íbamos a La Rioja, el secretario de la fiscal que era cómplice de la mafia, avisaba de la denuncia a los secuestradores, ya que tenía conexiones, porque cuando iba la comisión policial a buscar a mi hija a esa provincia avisaba al juez Moreno y este a su vez hacía lo propio con los delincuentes ”, acusó Susana sin miramientos.

En uno de los allanamientos Susana estuvo  a cinco minutos de encontrar a Marita y el juez no los dejó entrar por una “palabrita” legal. A la semana, cuando regresó  al lugar se encontró a 60 chicas sentadas en un salón inmenso, ya que el prostíbulo tenía dos pisos, donde obviamente su hija no estaba.

Al  preguntar Susana  si había en el lugar  alguien contra su voluntad, el lenguaje corporal de las víctimas, con las cabezas bajas, mirando al piso, semidesnudas,  mostraban su temor. De improviso, salieron corriendo cuatro chicas. Una de 23 quien pidió ayuda, ya que hacía un año y seis meses que estaba contra su voluntad, le rogó que no la entregara a la policía, porque la iban a regresar  de nuevo al lupanar.

“Me dijo que la semana anterior la policía había avisado que yo iba a ir y me agregó que estuvo con Marita y a las 4 de la tarde de ese día la habían trasladado el jefe de Investigaciones de La Rioja con otras personas y la escondieron en el domicilio del mismo”, detalló Susana.

En el juzgado, a las menores no se las quisieron entregar pero el juez Alejandro Arce, a escondidas y en reuniones le daba información, ya que el gobierno tucumano lo presionaba para que cierre la boca y para que no aparezca mi hija”, explicitó sin rodeos la valiente mujer que ese día arrancó de las garras de los proxenetas a tres menores de 10,12 y 14 años, prostituidas y  desnutridas.

Susana Trimarco, en el encuentro con los periodistas,  señaló que en algunos juzgados falseaban las declaraciones de las víctimas para favorecer a los imputados y gracias a su presencia en los testimonios de las primeras, hacía modificar los términos de los mismos  en consonancia con la realidad.

“Me vi en la necesidad, en mi desesperación, de crear la casa hogar porque el que poseo estaba lleno de chicas rescatadas”, apuntó Susana, a la vez que hizo referencia al seguimiento que le venía haciendo la Embajada de los Estados Unidos desde que hizo sus denuncias.

“Ellos sabían todo de mi vida y yo a ellos no los conocía hasta el momento que la llamaron desde la embajada para entregarle una distinción. Luego supe que Estados Unidos fue el primero que impulsó en el mundo el combate contra la trata de personas” concluyó Susana Trimarco.

Previamente, en el inicio de la reunión con los periodistas,  la concejala María Eugenia Schmuck, enmarcó la visita de Trimarco al Concejo rosarino: “Susana se encuentra aquí, a partir de la presentación de un proyecto del Programa de Asistencia de Trata de Personas. Trabajamos con la Fundación María de los Ángeles y con la Universidad Nacional de Rosario para aprovechar la experiencia de la fundación y tratar de avanzar en Rosario utilizando su  experiencia con las casas de refugio que tiene en Tucumán, Córdoba y en Buenos Aires para aplicar los conocimientos obtenidos en un protocolo de actuación”.

“Además,-agregó-Trabajamos con la Universidad Nacional de Rosario,  para que la Fundación pueda poner una sede en Rosario, asistida por esa alta casa de estudios”.

El objetivo de la concejala radical  María Eugenia Schmuck no es menor: pretende que se adopten medidas urgentes, destinadas a prevenir, detectar y combatir el delito de la trata de personas.

Se trata, nada más ni nada menos que de algunas  de  las respuestas a uno de los fenómenos nuevos del mundo globalizado que viene dándose debido al constante nacimiento y crecimiento de organizaciones criminales que trafican seres humanos  para su explotación comercial.

La edila  busca la protección y asistencia a las víctimas del delito que nos ocupa, respetando sus derechos humanos, aunque ello implique que la víctima haya sido objeto de traslado fuera de los límites de Santa Fe hacia otras provincias o al exterior.

Y para ello, la legisladora  ha tenido en cuenta el auxilio y apoyo al grupo familiar de la víctima y la necesaria colaboración entre el estado nacional, los estados provinciales,  municipios y  las comunas.

Las soluciones  deberán formar parte de  las  convenciones internacionales ya ratificadas por Argentina, con rango constitucional y, obviamente, por las normas de derecho interno que regulan el asqueante delito de trata de personas.

Busca la legisladora local que, en todos los casos, las víctimas sean protegidas por el Estado santafesino y que su seguridad esté garantiza por el mismo y es por ello que considera que debe ser tomada como una política nacional.

Schmuck  pretende lograr que las soluciones formen parte de organismos que  propongan, elaboren y ejecuten políticas preventivas, que permitan detectar y combatir la trata de personas.

Incluso la pretensión de la concejala  va más allá: la asistencia debe alcanzar a los familiares de la víctima y “en ese contexto, es necesario que se brinde asistencia médica, psicológica, espiritual, social, económica y jurídica”.

Vale apuntar, finalmente, que en el juicio que se lleva adelante por el secuestro de Marita, han sido convocados 160 testigos y aún restan declarar 65.

Evitar la doble victimización

Analistas de tema que nos ocupa,  entienden que hasta tanto la víctima pueda ser regresada a su lugar de origen, a la misma se le deberán  proporcionar condiciones dignas de vida y en ello estarán comprendidas la vivienda, la alimentación, su estado sanitario y su sustento personal. Así se  evita que las damnificadas  terminen en un instituto de régimen cerrado.

No se le escapa a quien esto escribe que las afectadas pueden quedar, mientras los procesos legales avanzan, a  merced de venganzas. En este sentido, es necesario que las respuestas que se logren aprobar tengan  un alto nivel de consenso; que brinden protección a la víctima y a su entorno familiar directo ante la posibilidad de que se genere una represalia y entendemos que en ese sentido la respuesta está en la incorporación a un programa  de protección de testigos que deberá ser creado a tal fin.

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Susana Trimarco fue declarada Visitante Distinguida por el Concejo Municipal

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com