Rosario, Capital de la Oposición

Por unas horas, Rosario concentró ayer a la mayoría de la dirigencia política y sindical opositora al gobierno nacional. Con motivo de conmemorar los 100 años de la fundación de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, titular de los federados, logró sentar en las cabeceras de las mesas más cercanas al escenario a las principales voces críticas al oficialismo. Con matices, se encargaron de cuestionar las políticas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, aunque evitaron mostrarse como una alternativa electoral. El titular de la CGT, Hugo Moyano, el ex vicepresidente Julio Cobos, el ex gobernador y candidato a presidente del FAP, Hermes Binner, los dirigentes de la Mesa de Enlace, Hugo Biolcatti y Carlos Garetto, el diputado nacional Francisco de Narváez y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, entre otros, reclamaron por una mejor calidad institucionalidad. Buzzi, que encabezó el acto junto a la intendenta Mónica Fein ya que el gobernador Antonio Bonfatti, uno de los invitados principales que por razones de agenda no pudo llegar fue mechando en su discurso las reivindicaciones para el sector con los principales temas que componen la agenda política opositora.

La Federación Agraria Argentina festejó ayer con una amplia y variada convocatoria en el Patio de la Madera el centenario de su fundación. El almuerzo, por el que se pagó una tarjeta de 200 pesos -empanadas, asado, vino y helado con un molino de viento como centro de mesa- se transformó en un verdadero acto político opositor.

En una de las mesas principales se ubicaron Moyano, el secretario General de Uatre, Gerónimo «Momo» Venegas, y el titular de la fracción opositora de la CTA, Pablo Micheli. Buzzi, en tanto, estuvo flanqueado por la intendenta Fein, el ex gobernador Binner, y varios de los ministros que integran el gabinete provincial. En otra mesa, compartieron el titular de la UCR, Mario Barletta, el senador nacional Ernesto Sanz, y los diputados nacionales Ricardo Alfonsín y Oscar Aguad.

Al ex vicepresidente Cobos lo sentaron junto a De Narváez, Lavagna, y el humorista Luis Landriscina. En diferentes mesas estaban los diputados nacionales Eduardo Amadeo, Carlos Comi y Carlos Favario. Más alejados, pero juntos, ubicaron a los concejales Miguel Zamarini, Manuel Sciutto, Jorge Boasso, Aldo Poy, Roberto Bruera, Laura Weskamp y Oscar Greppi.

Buzzi, quien en su extensa alocución pidió «parir una nueva unidad nacional, no para actuar en contra de lo que no queremos, si no para empezar a ponernos de acuerdo en las grandes ideas de un nuevo modelo de país», destacó que el mensaje principal era el de «subrayar una profunda modificación en el sistema institucional argentino para mejorar la calidad institucional». También manifestó que ve «con preocupación» que se esté hablando de promover una reforma constitucional.

En sintonía con los temas instalados en la agenda opositora, Buzzi dijo que el gobierno nacional «tiene de rehenes a gobernadores de muchas provincias», se refirió «al abuso de la cadena nacional», la situación de la ex Ciccone y la inseguridad. Tampoco faltaron las críticas al Indec, el pedido de elevar el impuesto a las ganancias y que se otorguen las asignaciones familiares.

«El problema lo tenemos que enfrentar juntos, la CGT, la CTA, la Federación Agraria Argentina y los distintos movimientos porque no podemos seguir soportando el deterioro del mercado interno que para nosotros es central; si a los laburantes les va mal, a nosotros nos va mal», señaló Buzzi. «No podemos anunciar, ni queremos, el apocalipsis, pero vamos mal», planteó el federado, quien concluyó su discurso citando a Benjamín Franklin, Confucio y Martin Luther King. (Página 12)