Argentina abre el camino en el Mundial de Brasil ante Bosnia

Argentina saldrá a las 19 al campo del remorezo y mítico Maracaná, ahora con una capacidad que en quince años se fue esmerilando de las 200 mil a las 75 mil personas.

Con Lionel Messi como lucero, el seleccionado argentino de fútbol comenzará hoy a andar los caminos del Mundial de Brasil, ante el austero conjunto nacional de Bosnia y Herzegovina en el remozado estadio Maracaná, con el objetivo de enterrar las frustraciones de parar su marcha en cuartos de final.

Con rival debutante y también con el árbitro salvadoreño Joel Aguilar dirigiendo su primer partido de Copa del Mundo como referí principal, Argentina saldrá a las 19 al campo carioca, ahora con una capacidad que en quince años se fue esmerilando de las 200 mil a las 75 mil personas, para convertirlo en un estadio moderno que se utilizará también en los Juegos Olímpicos de 2016.

Messi, a diez días de cumplir 27 años, irá por su tercer Mundial, el único título que le queda por ganar. Casi adolescente en 2006, jugó poco pero llegó a marcar un gol, lo cual no pudo hacer cuando lo dirigió Diego Maradona en Sudáfrica.

Este Mundial encuentra a Messi como ídolo indiscutido del seleccionado.

El entrenador Alejandro Sabella lo ungió líder, sin sombras, y un grupo envidiable de delanteros lo escoltará en esa marcha que intentará llegar hasta la final del camino, con destino también en el Maracaná.
Hoy Messi está rodeado por un envidiable grupo de atacantes como para que lidere el equipo hacia las instancias decisivas. Entre sus acompañantes estará Sergio Agüero, tal vez el mejor socio para entenderse en el idioma de la pelota, con buen manejo y por abajo, donde sólo pueden moverse los sabios de este juego. Ese capital, Sabella sabe que lo tiene que aprovechar.

Enfrente tendrá un equipo que por primera vez jugará un Mundial de fútbol con el corazón orgulloso por hacer flamear en una Copa del Mundo la bandera de un país que sufrió una guerra sangrienta no hace mucho tiempo, la última en el medio de Europa.

Ese orgullo bien entendido puede que aporte un plus anímico a un equipo austero que tiene en su delantero Edin Dzeko a su gran figura, campeón con el Manchester City y compañero del Kun Agüero.
Argentina abrirá su Mundial al estilo de Sabella, un entrenador cauteloso aunque con la audacia que lo obliga tener a Messi y compañía. El técnico dijo que el objetivo es pasar los cuartos, algo que no ocurre desde hace 24 años. Por ahora es un buen horizonte.

(La Capital)