Cien mil argentinos invadieron Río de Janeiro y calientan la gran final

Cientos de rosarinos llegaron por aire y por tierra a la sede del choque con los alemanes.

Unos cien mil argentinos invadieron Río de Janeiro y desataron una verdadera fiesta en la previa de la gran final del Mundial. Esa es la cifra que las autoridades y la prensa brasilera estiman llegaron a territorio carioca en las últimas horas para calentar y vivir el choque con Alemania. Desde Rosario y distintas localidades del país, por aire o por tierra los hinchas argentinos tomaron Río, realizaron un banderazo (ver aparte) y le brindaron una cálida recepción al seleccionado que dirige Alejandro Sabella. Muchos no tienen entradas ni alojamiento y se instalaron en el Sambódromo, donde la policía autorizó que se levante un campamento a cielo abierto.

La cantidad de gente que llegó a Río desde que la selección venció a Holanda, y en especial en las últimas horasfue tal que las autoridades resolvieron convertir a Copacabana en peatonal.

Miles y miles de argentinos andan por la calle, pasan el tiempo en la playa en la previa de la final, cantan en cada rincón el hit «Brasil decirme qué se siente» y las estrofas del himno nacional.

En cada bar, en los hostels y en cada esquina de Río hay argentinos cantando, registrando su estadía con sus celulares y mandando el material a los familiares en Argentina.

Pese a los precios exorbitantes de los pasajes aéreos y de los micros, y lo inaccesible que resultan los valores para ingresar al Maracaná, Argentina se siente local en Río por la masiva y efusiva presencia de sus hinchas.

Esta masiva presencia de simpatizantes argentinos generó preocupación tras varios incidentes de seguridad que se vivieron a lo largo del Mundial. Las autoridades locales han definido cinco puntos estratégicos para redoblar la vigilancia policial.

«Nuestra mayor preocupación es con la gran cantidad de hinchas que llegan sin boletos», dijo el secretario de Seguridad Pública de Río, José Mariano Beltrame.

Las autoridades temen que semejante cantidad de argentinos desate enfrentamientos con los cariocas en las horas previas al encuentro. La zona de Copacabana, donde desde hace varios días miles de argentinos acampan en la playa o usan sus autos estacionados en las calles como vivienda, será uno de los focos de atención.

«La presencia de Argentina en la final y de tantos argentinos en Río de Janeiro requiere un cuidado y un plan especial», dijo Roberto Alzir, representante de la Secretaría Extraordinaria de Grandes Eventos.

«Ya para el partido con Bosnia había muchísimos hinchas y eso se va a repetir ahora», agregó Alzir en referencia al debut del equipo argentino en el Mundial.

El esquema de seguridad de Río de Janeiro para la final incluirá a unos 26.000 agentes, entre policías, militares, fuerzas especiales, bomberos y agentes municipales. «Será el mayor esquema de seguridad de la historia de Río», destacó Beltrame.

Pero no solamente las autoridades están preocupadas. Muchos habitantes de la ciudad esperan que el Mundial termine pronto para recuperar la tranquilidad.

«Vengo de San Pablo, la verdad hubiera preferido quedarme allí, pero tenía que reincorporarme al trabajo. Me imagino a todos los argentinos bajo mi puerta y quiero volver. Y no quiero imaginar si ganan la Copa», dijo María, una abogada de 47 años que vive en Copacabana con su hija pequeña.

(La Capital)