El mejor cine se muestra en el Festival Internacional de Mar del Plata

Con la presencia del reconocido Viggo Mortensen comenzó la 29ª edición de la única muestra de cine clase A de Latinoamérica, el Festival Internacional de Mar del Plata.

ar del Plata respira cine esta semana, y no es una frase hecha con el 29º Festival Internacional de Cine en marcha. El foco se detiene aquí, en una ciudad acostumbrada a ser polo turístico, y que entre viernes, sábado y domingo recibió 130 mil turistas. El feriado del fin de semana largo ayudó, pero, como lo dijo el intendente de la ciudad balnearia Gustavo Pulti en la gala de apertura del Auditorium: «No se me ocurre otra cosa que relacionar esta cantidad de gente con el festival».

«Tenemos cine para todos los gustos, nadie va a poder decir no encontré nada, el que diga eso le regalo un revólver», dijo en la alfombra roja el presidente del festival, José Martínez Suárez, con un humor y un sentido de la ironía que cuesta asociarlo con su edad cronológica.

El número 29 remitió a diversas asociaciones, desde una combinación ocurrente del director artístico de la muestra, Fernando Spiner, en un juego que vinculaba los 60 años del primer festival, en 1954, hasta el actual y sumaba, justo, 29, hasta una salida típica de Martínez Suárez -otra más- cuando dijo: «Siempre se vincula el 29 a cuando ponemos plata abajo del plato de ñoquis para que traiga suerte, bueno, pongan hoy una moneda abajo de su plato para que este festival salga mejor que nunca».

Famosos. El Auditorium estaba colmado en la ceremonia de apertura, en el hall los rostros de los famosos convocaban a las miradas de los curiosos, y los cholulos de rigor que nunca faltan apostados en la glamorosa alfombra roja.

Esteban Lamothe, que viene a presentar «El 5 de Talleres», una apuesta fuerte en la competencia argentina, en la que hace el rol protagónico; Jazmín Stuart, que llegó para la misma competencia con «Pistas para volver a casa», pero ya en rol de directora y no de actriz; Juan Minujín , protagonista de la misma película; la jurado de la competencia internacional Soledad Villamil, acompañado de su marido, el actor de «Guapas», Federico Olivera, y Juan Palomino, la bella Antonella Costa y Julieta Zylberberg, que vino en compañía de Lamothe.

Con la efervescente animación de Federica Pais, la previa de «Pasolini», la película de Abel Ferrara protagonizada por Willem Dafoe que fue elegida para la apertura del encuentro, estuvo plagada de momentos emotivos y de fuerte apoyo a este encuentro, único de clase A de toda América latina.

Inversión. «Siempre supe que este es un espacio que merece ser defendido por muchos motivos, pero por sobre todo, porque en este mundo donde se invierte tanto dinero en guerras, es bueno invertir dinero en la expresión y el arte, porque eso es lo que nos salva a los seres humanos, el arte y la expresión», dijo Spiner, tras una cerrada ovación que bajó desde las plateas altas y bajas del Auditorium.

A su turno, la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Lucrecia Cardoso, hizo especial hincapié en las similitudes y diferencias en aquel primer festival de cine, de 1954, inaugurado por Juan Domingo Perón en La Feliz, a este de 2014, 60 años después. «La diferencia con aquel festival de cine de 1954 es que en aquel entonces todas las salas eran analógicas y ahora este es el primer festival de Mar del Plata con el ciento por ciento de las salas digitalizadas», dijo la titular del Incaa, y pisando los aplausos y vítores, agregó: «Lo que tienen en común ambos festivales es que ambos tienen de fondo, como motor, una política de estado que tiene al cine y al audiovisual como motor de nuestra identidad,de nuestra cultura, de nuestra presencia en el mundo, y eso es algo para celebrar».

Viggo Mortensen, en el debut

La primera película de la competencia internacional fue ayer, a las 9 de la mañana, y fue nada menos que “Jauja”, del argentino Lisandro Alonso, y con el rol protagónico de la figura estelar del festival, Viggo Mortensen. El actor, de origen argentino y de sonada repercusión en la industria del séptimo arte hollywoodense, sorprendió en la conferencia de prensa posterior a la película por su sencillez, su sentido del humor, por su compromiso con el proyecto, y, claro, por su fanatismo con San Lorenzo de Almagro.
Viggo, que además de actuar se involucró en la producción e hizo la música del filme, destacó: “Me gustó inmediatamente la idea del cuento, creo que es una película bastante singular no solo por la manera en la que está rodada y lo que han visto ustedes, porque no es común el cine de Lisandro Alonso, pero cada cultura tiene sus cuentos. Como el Martín Fierro acá, España tiene su Quijote, y esta película también es singular porque es tan danesa como argentina, la ironía que tiene, las raíces”.
En este sentido agregó sobre el filme rodado en áridos paisajes de la Patagonia: “Esta película tiene ecos de la cultura danesa, de los cuentos de aventuras de desastres personales, gente que como el Quijote va en busca de algo que se pierde. Eso existe en los cuentos de Andersen o el cine de Lars Von Trier, es una mezcla muy interesante y muy difícil de lograr. Ves esta película y no conocés a Lisandro y podés pensar que es un director danés”.
“La idea básica detrás de un cuento en la que un padre va en busca de su hija, en una búsqueda peligrosa en la que se confunden los tiempos, la identidad, la idea de la familia, me parecía genial y tenia una idea muy clásica del cine, un western argentino-danés. Me pareció genial la idea, ¿y donde iba a encontrar esto? No dudé un instante en decir que sí”, destacó Mortensen, quien contó que su padre es danés.

Pantalla turca

El combo de hoy estará integrado por interesantes propuestas de un cine que no suele llegar a las salas comerciales. Entre las películas de la competencia oficial se verá “Come to My Voice”, del director estambulí Hüseyin Karabey sobre los conflictos de un grupo de habitantes de una montañosa aldea kurda del este de Turquía.

(La Capital)