A los 94 años, falleció Cristián Hernández Larguía

Ayer a la tarde murió, con 94 años. Los restos del director musical serán cremados en el cementerio La Piedad. Su legado cultural y artístico es inmenso.

Tras permanecer varias semanas enfermo, murió este miércoles a última hora de la tarde, el maestro Cristián Hernández Larguía. No habrá velatorio, sus restos serán cremados a las 9 de hoy, en el cementerio La Piedad.

Cristián Hernández Larguía deja un enorme legado cultural porque su aporte al arte es inmensurable. Fue director de coros y promotor del canto coral y de la música antigua, dirigió el Coro Estable de Rosario entre 1946 y 2011 y fué director fundador del Conjunto Pro Música de Rosario. Las instituciones fueron atravesadas por su impronta y a través de ambas fue protagonista de eventos culturales que pusieron a Rosario en los ojos del mundo.

Nació en Rosario el 6 de octubre de 1921. Hijo del prestigioso arquitecto rosarino Hilarión Hernández Larguía (Buenos Aires,1892 – Rosario, 1978) y Lucía Correa Morales, y hermano del filósofo, historiador y también arquitecto (profesor de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UNR) Iván Hernández Larguía.

Fue socio fundador del Coro Estable de Rosario, y desde 1946 es su director titular. Estando al frente de esta institución obtiene en 1957 y 1980 los primeros premios en concursos corales abiertos a escala nacional. En 1981 obtiene en el concurso polifónico internacional de Arezzo (Italia) 6 premios.

En el año 1962 funda el Conjunto Pro Música de Rosario, el cual dirigió artísticamente hasta la actualidad. En 1967 obtienen el 1º premio en el citado concurso de Arezzo. De ese grupo musical surgieron músicos destacados como José Luis Bollea (autor de «La Forestal») y el luthier Carlos López Puccio.

Hincha confeso de Rosario Central, se desempeñó como Profesor en las cátedras de Dirección Coral, Coro, Acústica, e Introducción a la musicología, en la Universidad Nacional de Rosario y en la Universidad Nacional del Litoral.

Fue declarado ciudadano ilustre de Rosario en 1985. Recibió el Premio Konex de Platino en 1989 como el más importante director de coro en la Argentina. Fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes.