Paro en el Registro de la Propiedad

Unas siete mil operaciones inmobiliarias están paralizadas en Rosario como consencuencia del paro que afecta la actividad en el Registro de la Propiedad y que lleva ya diez días. Los trabajadores de esa oficina llevan a cabo un reclamo, tanto en la ciudad como en Santa Fe, por un conflicto del personal contratado que complica a todas las partes vinculadas al negocio inmobiliario, en especial a los inquilinos.

“Sin dudas, los más perjudicados por el paro son las personas que necesitan alquilar y no pueden avanzar en el trámite por la imposibilidad de realizar la averiguación de garantías”, aseguró a Rosario3.com, el presidente de la Cámara de Inmobiliarias de Rosario, Javier Grandinetti.

“Hay muchísima gente que tiene que dejar el inmueble que está alquilando porque le venció el contrato y necesita ingresar a otro que ya ha señado, pero no puede hacerlo, porque el trámite del nuevo alquiler está varado a raíz del paro. Esto genera un problema habitacional muy serio para todos ellos”, señaló el dirigente.

Para la Cámara de Inmobiliarias, “el tiempo prudencial ya está agotado” ya que pasado los primeros dos o tres días de inactividad del Registro, “las cosas empiezan a complicarse”.

“Aunque se levante el paro y se retomen las actividades, por lo general la demora para volver a la normalidad es de unos quince días. Cuando reabra la oficina, se presentarán primero los trámites más urgentes, pero hay que tener en cuenta que con más de 7 mil gestiones acumuladas como hay ahora –en el Registro se realizan unos 700 trámites diarios– el llamado «trámite urgente» que habitualmente puede solicitarse, quedará momentáneamente sin efecto, porque todo se vuelve urgente”, evaluó Grandinetti.

Parados en el «trencito»

Otras transacciones en suspenso por la misma causa son las operaciones de compra-venta que en muchos casos están “enganchadas”. Hay compradores que no pueden adquirir el inmueble que ya han elegido, porque el dinero de la transacción proviene de la venta de otra propiedad que tampoco pueden concretar, por el paro.

“Lo que ocurre en estos casos en que las operaciones están «en trencito» vinculadas unas con otras, es que los días perdidos pueden jugar en contra”, sostiene Grandinetti. “Quizás las partes ya habían acordado las condiciones de venta y los plazos y con el transcurso de los días alguno cambie de opinión, con lo cual la transacción podría caerse”, agregó. (R3)