El dólar informal volvió a subir y empieza a impactar en la economía real

El «blue» se ofreció en un rango de entre $6,11 y $6,15 en las «cuevas» y acumula un alza del 37% en el año. En diálogo con Infobae.com, economistas explicaron cómo afecta la actividad.

La moneda norteamericana quebró la barrera de los seis pesos en la plaza informal, mientras que permaneció invariable en $4,48 en las casas de cambio y bancos del microcentro, donde la operatoria se encuentra prácticamente paralizada por los controles de la AFIP.

En ese sentido, los economistas consultados por Infobae.com explicaron que esta distorsión entre los mercados formal y marginal presiona al alza sobre las expectativas de inflación, retrae el consumo y la inversión e incentiva la fuga de capitales.

Este miércoles el billete verde en el mercado paralelo se negoció en un rango de entre $6,11 y $6,15 para la venta, contra los $5,90-$5,94 en los que osciló en el cierre del martes. De esta manera, la brecha entre la divisa oficial y la marginal se amplió a un 37,3 por ciento.

El dólar “blue” trepó $1,41 desde los $4,74 del 3 de enero de este año y se apreció un 29,7 por ciento. En tanto, la divisa al público en la plaza formal sumó 16 centavos desde los $4,32 que se pagaban hace cuatro meses y medio, es decir, un 3,7 por ciento.

En el segmento oficial, el dólar al público terminó a $4,44 para la compra y un promedio de $4,48 para la venta, sin variantes. El euro, por su parte, cerró a 5,63 y 5,78 pesos para ambas operaciones, con un retroceso de dos centavos.

Impacto en la economía real

Abel Viglione, economista de FIEL, estimó que “la economía ya está en la fase descendente, tras el pico que alcanzó en noviembre, esto es, antes de que apareciera el control de cambios y, más recientemente, la restricción a la autorización de importaciones”.

No obstante, especificó que “mientras las exportaciones e importaciones se cursen fluidamente sobre el mercado oficial, la suba del dólar paralelo no debiera tener impacto sobre la actividad productiva”.

Viglione alertó de que “el problema puede surgir si la Secretaría de Comercio se aferra al objetivo de llegar a fin de año con un superávit comercial de u$s10.000 millones, porque limitará la compra de insumos y bienes de capital para la producción industrial”.

“De sostenerse en el tiempo una amplia brecha entre el dólar oficial y el ‘blue’, aparecerán maniobras de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, aunque, justo es decirlo, la AFIP ahora tiene mecanismos más aceitados que en el pasado, para que ese efecto sea limitado”, agregó el experto de FIEL.

En cuanto a la brecha que se registra entre el tipo de cambio oficial y el ‘blue’, Viglione destacó que “responde a la lógica del mercado, si se cierra la oferta de la divisa, como de cualquier otro bien, mientras persiste la demanda, será siempre creciente, y esto termina trasladándose a los precios de la economía”, completó Viglione.

Eduardo Curia apuntó que «no da la impresión de que la economía esté impregnada por la brecha cambiaria, porque el mercado informal aún es muy chico, aunque creciente. Sin embargo, preocupa bastante como expectativa, porque se puede instalar como referencia sobre los precios”.

El presidente del Centro de Análisis Social y Económico destacó a este medio que “a diferencia de la última década, caracterizada por abundancia de dólares y tipo de cambio alto, ahora se está con escasez de divisas y dólar alto”.

“Además se agregaron restricciones como el control de cambios y de importaciones que fueron hiriendo la susceptibilidad. La divisa es un bien escaso, la demanda crece aún cuando sube el precio”, se explayó Curia.

Costos de una devaluación

Por su parte, Hernán Lacunza, ex gerente general del Banco Central, explicó a Infobae.com que “la alta volatilidad que tiene el precio en el mercado informal genera todos los costos de una devaluación pero sin generar beneficios sobre la actividad económica, porque por un lado induce a ajustar los precios de los bienes y servicios, aunque no todos con la misma velocidad, unos más rápido y otros más lento, pero por el otro hace que la incertidumbre no lleve a generar inversiones, en función del nuevo set de precios relativos”.

Respecto de la brecha entre la cotización oficial y el paralelo o “blue», consideró Lacunza que responde al cepo que se impuso al oficial. “El Central compra los dólares de la soja, pero no los vuelca al mercado. Es como si se cerrara el Mercado Central de Frutas y Verduras y entonces el precio en las quintas donde se produce sube por la nueva demanda de los habitantes del barrio”, se explayó.

Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora abeceb.com, afirmó que “implícitamente, la economía en algún punto tenía como única ancla contra la inflación al dólar. Esa ancla nominal se fue perdiendo con el ‘blue’, lo mismo que las restricciones para importar que marcan para los importadores un dólar diferencial”.

“La economía tiende a funcionar con esos tipos de cambio”, indicó Lamothe; por ello, los sectores productivos “ajustan expectativas” de un alza de precios en correlación a la del dólar.

“La gente hoy no está ahorrando en ese tipo de cambio (informal), sino que accede a él para realizar un viaje al exterior o afrontar un compromiso ya asumido, como pagar en dólares una propiedad desde el ‘pozo’”, ejemplificó el experto de abeceb.com. Por este motivo, explicó que un sector de la población “consume menos” ante la incertidumbre por un mayor aumento del dólar y las expectativas de inflación.

Un caso elocuente es el de “la actividad imobiliaria, que está muy paralizada”, por tratarse de un sector clave de la economía cuyas transacciones se pactan tradicionalmente en divisas extranjeras.